Prologo

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-Señor, la potencia está al máximo, ¿no deberíamos bajarla para que no explote?-.

-Pero qué tonterías dices Gil; a qué le deberíamos temer, si somos la empresa más famosa en el ámbito biológico-.

-Que pueda ocurrir una explosión, talves de la magnitud de Chernobil-.

-Gil, que te he dicho; no subestimes a tus mayores. Continúen con el proceso-.

"El director, ese hombre... maldito hijo de perra." No quería ver como su padre era sometido a esos rayos tan extraños, y menos que su hermano pequeño lo presenciara, aun cuando tuviera 4 años.

"Maldito hijo de perra" se volvió a decir. Solo porque su padre tuviera deudas, no era esa forma de pararlas. "Solo quiero que te vayas a la chin..."

Sus pensamientos fueron terminados gracias a la súbita explosión que los mandó volando lejos del laboratorio.

"Pa..." su dolor fue terminado cuando quedó inconsciente... perdido... y frustrado.

Desde ahí, la infancia de los dos niños fue eliminada.

Slender: The Eight PagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora