Slender: The Eight Pages

Carta

-¡AAHHHHH!-.

Mike se levantó, muy sobresaltado. Era ese sueño de nuevo; una explosión, unos rayos, un... bueno, talves monstruo no era la mejor manera de referirlo, pero tenía la sensación de que ese hombre había hecho algo muy malo, algo talves relacionado con su padre...

-Mike... te sientes bien?-.

Mark se despertó gracias a ese grito que su hermano había producido.

-Oh... buenos días Mark; lo siento por eso-.

-Otra vez ese sueño?-.

Aunque se llevaban 3 años, Mike sentía que ese chico, de cabello rubio, ojos azules y nariz pequeña, (siempre bromeaba de él llamándolo "Voldemort") podía ser uno de esos primos atléticos que siempre te pelean.

También no podíamos dejar atrás que Mike era el atlético; cabello güero, ojos verdes y una sonrisa atractiva (ah, y con su cuerpo marcado).

-Créeme, ya me hartaste de que siempre tengas que despertarme a las 7:30 am. solo por tu "pesadilla" o lo que sea; ya tengo un reloj despertador-.

-Te vendría bien despertarte temprano "Voldemort", así puedes capturar a Harry-. Mike siempre estaba con sus bromitas.

-Ya te dije que Voldemort no puede matar a Harry ya que él pasó parte de su vida al...-.

Bla, bla, bla. Su hermano era muy listo; incluso le ganó en la final nacional de ajedrez de Mexico (es categorizada como una de las jugadas más largas en Latino Americana). Pero eso no dejaba de lado que Mark era un adicto a los videojuegos y a la lectura.

Mike, por otro lado, había sido campeón en el E3 de Fortnite, y que ganó varios torneos internacionales de juegos, como Super Smash Bros. Melee, Halo 5, CoD, y más. Aun así, también era muy dedicado al deporte, y ni una ves había faltado a sus entrenamientos.

-Sí, sí, pollito guacamole pepino; recuerda que nunca entendí eso de Harry Potter y demás-.

-Pues deberías, porque yo todavía no entiendo como Thomas y Teresa todavía se quieren si ya lo ha traicionado más de mil veces-. Mark siempre recordaba ese punto débil de Maze Runner, y siempre se lo recalcaba a Mike.

-Hey! Thomas siempre amará a Brenda, aunque también una parte de su corazón ama a Teresa, ya que ellos se comunican...-.

-Chicos! Ya bajen, que está listo el desayuno-. Bravo, su mamá los había interrumpido en la "plática del siglo" para desayunar.

-Por cierto... alguien escribió alguna carta?-.

"Carta?"pensaron los dos mientras bajaban hacia el comedor. Eso era muy raro, ya que casi nadie escribía cartas después de la invención del celular.

Al llegar al comedor, efectivamente había una carta en la mesa. La empezaron a inspeccionar de afuera, y lo único que pudieron encontrar fue una dedicatoria a ellos:

Para Mike y Mark

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