×Cumpleaños×

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♡×Capítulo 7×♡

No entendía por que estaba aquí, en mí casa, estaba enojada. No me habló durante la semana y ahora sólo se aparece, como si nada, pero no podía negar que una parte de mí estaba contenta y quería saltar a sus brazos y no dejarlo ir. Se veía lindo, vestido con unos pantalones algo sueltos y una campera de cuero, se veía sexi, queria estar enojada pero no sabía cuanto tiempo iba a durar. Lo miré un poco más, esperando su respuesta.

+Felíz cumpleaños.

-Gra gracias.

Aún que no lo demostrara, en mí interior estaba saltando de alegría. Traté de tener una postura seria, no quería que se diera cuenta de lo que me hace. Me moví dejándolo entrar, cerré la puerta y lo invité a que pasara a la sala, me senté en el sofá y él me invitó, se sento a mí lado, pero de una manera que quedamos enfrentados.
Me quedé mirándolo seriamente, como si inspeccionara cada parte de su cuerpo, sus brazos, sus manos, su cuello, de verdad quería saltar comerlo, pero estaba enojada y mi estúpido orgullo no me dejaba.

+Perdón por no haber podido hablarte estos días, estuve realmente ocupado.

Hablaba mientras me miraba tranquilo, su mirada era sincera, no es mucha la distancia que nos separa, no le respondo, sólo lo miro un poco más y luego bajo la cabeza, evitando que nuestros ojos se junten nuevamente, mientras seguía con su mirada clavada en mi me dio la mano.

-Estaba preocupada.

+¿Preocupada? ¿Por qué?

Mi voz se oía muy baja, me sentía bien a su lado, pero confundida. Me daba vergüenza pero quería sincerarme con él, si mi intención es tener una relación sería y madura con Yoongi, el primer paso era ese.

-Pensaba que tal vez podías estar enojado o que ya no te interesaba más.

Levanté la vista del suelo, primero vi nuestras manos, la suya sobre la mía acariciandola, luego la subí un poco más y vi su rostro me observaba con dulzura, cómo si lo que le hubiera dicho hubiera sido algo tierno.

+¿Por qué me enojaria?

-No lo sé, ¿Por qué no te dejé continuar?

Lo sigo mirando, nerviosa, mis mejillas se tiñen de un rosa suave, se acerca a mí y me besa, le correspondo, con necesidad, acarició su mejilla mientras él hace lo mismo pero con mi cintura, sus manos suben por toda mi espalda y vuelven a bajar, estremeciendome.
Nos separamos buscando oxigeno, mi cara había pasado a ser roja como una manzana en cuestión de segundos. Me acarició la mejilla.

+Eres una niña todavía eh.

-¡Ya soy mayor de edad!

Dije indignada, había estado esperando esto, tener la mayoria de edad y ya no ser un problema para él, pero ahora se reía y me decía niña.

+No podría enojarme por algo tan infantil como eso, sólo un nene lo haría.

Asiento y lo vuelvo a ver, medía sonrisa se pinta es su bello rostro, era tan lindo, tan blanco, a veces serio pero de la nada tan tierno. Agacho mi cabeza hasta posarla sobre su hombro y bosteso.

+¿Tienes sueño?

-Si.

+Ya es tarde, debería irme.

No, no quería que se vaya, no lo había visto en toda la semana, lo necesitaba, aún que sea un poco más. Levantó la mirada y la clavo en la suya.

-¿Puedes quedarte? Por favor, como regalo de cumpleaños.

Le digo de la manera más tierna posible, haciendo un pequeño puchero.

+Pero, tus padres...

Había olvidado eso, había omitido ese detalle.

-Ellos no están, hasta la semana entrante, puedes quedarte.

Asiente y me besa la cien.

-Vamos a la cama.

Me paró y lo agarró de la muñeca para salir de la sala y subir rápidamente las escaleras, lo hacemos enseguida hasta llegar allí, abro la puerta y entro con él, sin dejar de sostenerlo, sintiendo que si lo soltara se iría, se queda quieto mirando todo, me avergüenza, mí habitación es algo infantil todavía las paredes son rosas, la repisa también, el escritorio lila y las cosas que hay sobre el son la mayoría adornos, juguetes y libretas de colores pastel, pósters de mis bandas favoritas se adueñan de la mayor parte, mí cama no es grande pero lo suficiente para que entremos los dos, el acolchado es obviamente rosa al igual que mis almohadas.

+Es todo tan... rosa.

Me río y le suelto la muñeca para sentarme en la cama, él hace lo mismo, apoya una de sus manos en el colchón y la otra en mi muslo, intento relajarme pero no puedo, trato de consentrarme pero tampoco funciona, sólo puedo pensar en una cosa ¡Min Yoongi esta en mí maldita habitación, sentado en mí cama, acariciando mí pierna! Lo miro y lo vuelvo a mirar era raro ver a Yoongi así, era ¿Dulce? O tal vez yo tenía otra imagen de él, una de un hombre serio, frío, de pocas palabras y muchos azotes, es raro pero lindo, me gusta este Yoongi

+Acostemonos.

Asiento, abro la cama y me meto en ella, él se saca los zapatos y también lo hace, yo estoy mirandolo todo el tiempo, pérdida en su mirada penetrante, mareada por el olor de su perfume, embriagada por su aroma. Se acuesta boca arriba y pone uno de sus brazos debajo de su cabeza, quiero acostarme en su pecho, de verdad quiero hacerlo, pero no puedo, tengo miedo de incomodarlo pero antes de que me de cuenta él ya me agarró y me acomodo de manera en que quedara sobre el espacio que hay entre su cuello y su hombro, respiro fuerte, y me duermo, sintiendo su calida mano acariciarme.

♡~Fín del capítulo 7~♡

Espero que les haya gustado, nos leemos pronto!

Proximamente nuevo capítulo ♡








《Mi maldito profesor》Suga y tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora