Me asusta mi mente.

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Su cuerpo lo sentía pesado, cada respiración que daba era un martirio para su pecho y sus costillas. El aire frío del exterior entraba por alguna parte del lugar, hacía frío y sentía como el vapor congelado salía de sus labios al respirar. Estaba desnudo, lo podía sentir; el dolor en los dedos de sus pies lo obligaban a intentar moverlos para cubrirlos sin exito. 

Un fuerte pulso en su cabeza lo hizo abrir los ojos al instante, mientras un grito desgarrador salió por su deshidratada boca. Tosiendo hasta sentir su garganta desgastarse. 

Miró a su alrededor  buscando algún tipo de pista para saber donde se encontraba. Se sorprendió al reconocer la habitacion a la perfeccion. Estaba en su casa. 

El clima era frío, pudo visualizar el cielo grisáceo,  a punto de anochecer. El ruido de las ventanas siendo azotadas a su costado lo exalto, no recordaba casi nada. ¿Como había llegado a su cama  si alguien le había dado la golpiza de su vida dejándolo postrado en el suelo? 

Al momento de reunir las fuerzas necesarias para ponerse de pie y cerrar las ventanas, noto que no se encontraba desnudo. Un vendaje cubría la mayor parte de su torso.  Su cuerpo y cabello estaban húmedos, como si hubiese tomado un baño hace apenas unos minutos antes. 

A su costado, en un pequeño tocador de noche se podían observar algunos antibióticos y pedazos de tela cubiertos de sangre. No sabía que demonios estaba pasando pero no le agradaba en lo absoluto.

Con la ayuda de sus brazos y reuniendo todas sus fuerzas posibles se puso de pie, tambaleándose a los lados por el esfuerzo que cometió. Gemidos de dolor saliendo de sus débiles labios demostrando cuánto lo había lastimado hacer esa acción tan sencilla para los demás. 

Visualizó aun con su vista borrosa una silla al fondo de la habitacion, como si alguien hubiese estado sentado allí observando durante el tiempo que estuvo inconsciente. Se acercó con temor,  con el cuidado mas posible para no lastimarse aun mas de lo que se encontraba. 

La madera bajo sus pies rechinaba, haciendo la escena aún mas dramática. (Si es que se podía hacer mas dramática).   

Al estar casi frente a la silla, su pie izquierdo golpeó un vaso de vidrio que se encontraba cerca de la silla, haciendo que cayera, tirando el contenido y mojando las plantas de sus pies. Un nudo creció en su garganta. 

Se apresuró a dar los últimos dos pasos para sostenerse sobre el asiento de la silla y dejar caer su cabeza, dejando en claro lo cansado que se encontraba. Sus ojos se abrieron como platos, su mente se abrio para buscar una explicación ante aquello, pero su mente estaba bloqueada, no había explicación. 

El asiento estaba cálido. Alguien estuvo vigilando a Louis mientras dormía. Alguien que aún no se ha ido. Alguien que acaba de dejar el asiento.  Alguien que va a volver en cualquier momento. 

Por unos segundos su cuerpo olvido el dolor que había sentido hace apenas algunos segundos antes, que por instinto hizo que Louis juntara sus fuerzas para ponerse de pie y dar la vuelta para salir huyendo de ese lugar al que siempre se sintió seguro.  

Fue demasiado tarde.

El sonido de la cadena del baño ser tirada llegó a sus oídos haciendo que su piel se torna pálida y dejara de caminar. La perilla de la puerta fue girada y la puerta fue abierta, haciendo que la luz del cuarto de baño alumbrara el cuarto oscuro. 

Louis sentía que iba a desmayar. 

―Es la siesta mas larga que te he visto tomar, Louis. 

Su piel se erizo al escuchar esa voz por segunda vez, haciendo que se diera vuelta para descartar sus sospechas. 

Ahí estaba. Como solo él podía dejarse ver.   

Continuará...

avehaaaa e.e 

 Capítulo super corto porque soy mala y quiero dejarlas con la intriga.

¡Tengo de nuevo vacaciones!

Y esta vez voy a terminar la historia antes de que termine Enero.

¿Dedicaciones para los últimos capitulos? 

Gracias por leer 


Múltiple [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora