las cuatro

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((hay algo en la humedad del aire antes de que salga el sol que despieza a ben. jack lo ve en la forma que relaja los hombros, el fuego se le apaga entre suspiros.))

llegan caminando a un parque, callado y triste. la melancolía de los niños que ya no vienen a jugar se lee en la pintura saltada del tobogán. jack le tira de la mano hasta llegar a la torre, demasiado pequeña para caber sin encogerse, para tumbarse en la red entre risas y pasos torpes, susurrando "coge la sábana y la hierba y túmbate conmigo". queda el silencio como banda sonora, las cadenas de la estructura chirriando a cada movimiento para acomodar la sábana en sus cuerpos.  

son las cuatro de la mañana y pasean los dueños a los perros, mirando a dos idiotas colgando de la red entre una sábana que se cae por los lados. la música del móvil ya es secundaria, resguardando de los extraños las palabras compartidas por dos tontos que se quieren, en su casa, en la calle, en su coche, en el bosque. 

jack le pasa el humo una vez más a ben, con los labios delicados y el humo rascando su garganta y se queda ahí, pegado a él y sin mirar más allá del humo que sale de entre una sonrisa y de las estrellas que lo miran. qué voy a hacer, ben. qué voy a hacer contigo (sin ti).

vuelve el silencio en sus bocas y las mentes en sueños que se han perdido.

― oye, jack. ¿tú crees que nos echan de menos?― jack le mira hasta que se dispersa el humo, en silencio, contemplando.

― ¿quién? 

jeff, tim, brian, toby. las estrellas, el sol, la luna. todos los que dejamos atrás.― no sé, ya sabes.

jack se conoce a ben como las cicatrices en su cuerpo. se conoce sus lunares y sus heridas, su sudadera favorita que le calma la ansiedad, su admiración por liebesträume no. 3. jack se lo conoce de arriba a abajo, y abre los brazos y le dice,

― oye, ven aquí.

y ben se acurruca, con la nariz en su cuello y la boca en su pulso. y ben le quiere.

vuelve el silencio en sus bocas y las mentes en sueños que se han perdido y, por un ratito, jack los ve eternos. en el parque, en la calle, en el bosque, en las estrellas. en trigales amarillos y el azur del cielo.

si amanece, nos vamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora