P R O L O G U E

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Su aliento salió en nebulosos escalofríos, y sus manos temblaron como hojas agonizantes. El instinto de dibujar su arco y flecha en defensa propia había desaparecido. Años de entrenamiento, de cacería en estos mismos bosques, se fue cuando sus ojos se encontraron con irises dorados. El suelo del bosque estaba oscuro con tan poca luz a través del dosel de árboles de hoja perenne de cielo alto y los charcos de amarillo brillaban en las sombras.

Dio un paso atrás, la nieve crujiendo debajo de sus pisadas.

Éste era un dios.

—Sé quién eres —el chico susurró.

—¿Lo haces? —el dios de ojos amarillos preguntó, su voz sedosa y espesa, suave como el siseo de una serpiente.

me salvaste —el chico respondió. Hace años atrás.

—¿Lo hice? —Él se acercó, las pisadas silenciosas mientras se movía. El chico se encontró arraigado en el suelo del bosque, incapaz de moverse gracias al hombre sobrenatural que se avecinaba frente a él, su respiración se abanicaba sobre la cara del chico. —¿Cuál es tu nombre, niño?

Kim Wonshik.

¿Kim Won...shik? —dijo la deidad, como si estuviera probando el nombre en su lengua. La sonrisa del hombre se hizo más amplia, y el corazón de Wonshik comenzó a latir más rápido, pero no sintió miedo.

»Yo te salvé —el dios repitió. ¿Salvé a un mortal?

Wonshik asintió levantando la mano y cepillando su cuello, colocando los dedos sobre la tela que cubría las marcas que se extendían sobre la piel.

Fue hace diez años cuando Wonshik estuvo lo suficientemente mayor como para acompañar a su padre, quien –como líder de su pequeña aldea lideraba la caravana comercial que se aventuró a la ciudad. Wonshik tenía tan solo quince años en ese entonces, y era su primer viaje.

Pasó solo un par de días en la capital antes de que la peste golpeara, y toda la ciudad cayó en un encierro para evitar que la enfermedad se propague. No pasó mucho tiempo antes de que el padre de Wonshik sintiera la enfermedad, y Wonshik sucumbió a los síntomas poco después. El chico sabía que su tiempo era corto cuando el dolor de cabeza y los escalofríos se transformaron en tos sangrienta.

𝗢𝗖𝗙𝗪 › YM。Donde viven las historias. Descúbrelo ahora