Jimin se esfuerza por ponerse el chaleco de piel de animal que se le ha dado, se cuelga extrañamente en su delgado cuerpo, los meses de bajas raciones le habían hecho efecto. Su madre vino del dormitorio con un montón de tela azul oscuro cubriendo sus brazos. Jimin se inclina mientras arroja el lujoso brocado-capa sobre los hombros, las manos temblorosas mientras se abrocha el broche de plata alrededor de la garganta.Esa era la pieza de ropa más costosa que poseía la familia.
Jimin encuentra difícil encontrar los ojos de su madre mientras se concentra en alisar la tela, luego arreglando los aros colgando de sus orejas y los anillos de plata alrededor de sus dedos. Sus manos persistentes sobre su antebrazo derecho. Cuando termina y levanta la cabeza, Jimin pudo ver el brillo en sus ojos.
—Perdóname, Jimin —ella susurra mientras se inclina hacia arriba y presiona un beso en su frente—. Fallé en protegerte.
Jimin cierra los ojos al sentir caliente humedad recorrer sus mejillas: lágrimas. Él intenta con fuerza no pensar en ellas –intenta no pensar en nada en general. Sacude su cabeza.
—Es mi destino, Eommoni* —él dice, palabras practicadas e incoloras cayendo de sus labios.
Su padre permanece detrás de él, labios presionados y puños apretados, él extiende una mano, agarrando el hombro de Jimin.
—Sé fuerte, hijo mío —él dice—. Me has hecho tan orgulloso.
Jimin baja la cabeza, colocando su mano sobre la de su padre. Los dedos del hombre mayor estaban fríos y toda piel y huesos. Hace que Jimin se sienta un poco menos asustado, un poco más seguro de que estaba haciendo lo correcto.
Cuando la mano de su padre deja su hombro, Jimin cae en el abrazo desesperado de su joven hermano que agita sus brazos alrededor del mayor, clavando sus dedos en las telas de la ropa de Jimin, como si eso impidiera que Jimin se fuera. El hermano mayor devuelve el abrazo con igual furia cuando el joven entierra su cabeza en el hueco del cuello de Jimin.
—Todo depende de ti ahora, Jihyun —Jimin murmura humildemente, dando palmaditas en la cabeza de su joven hermano menor en comodidad—. Tú eres el heredero de este hogar, haz que Abeoji* se sienta orgulloso, cuida de Eommoni.
—No es correcto —Jihyun dice, palabras amortiguadas por el hombro de Jimin—. No es justo.
—Es lo que los dioses han querido —Jimin dice calmadamente, repitiendo lo que todo el mundo le ha estado diciendo, y él se pregunta si lo dice para tranquilizar a su hermano o a él mismo—. Es un honor y un privilegio. Es mi destino.
Luego sonó un suave golpe en la puerta, y el corazón de Jimin cae cuando Jihyun de alguna manera logra apretar su agarre, y un sollozo roto escapa de los labios de su madre. Su padre responde la puerta y cuando él la abre, afuera hay una mujer con un manto rojo sangre: la Suma Sacerdotisa.
—Es tiempo, Park Jimin —ella dice, y debajo de las sombras de su capa de terciopelo Jimin no puede ver sus ojos, solo el tinte rojo de sus labios.
A sus espaldas hay dos grandes hombres, y Jimin sabe que son para obligarlo a la sumisión en caso de que no cooperara. Pero él tiene demasiado orgullo para eso, no lo llevarán al lago pataleando y gritando: él aceptará su destino por su propia voluntad.
Jimin se empuja con frialdad para salir de los brazos de Jihyun y lentamente se cubre la cabeza y los ojos con la capucha. Deliberadamente no mira hacia atrás a la familia que deja atrás mientras sigue a la Suma Sacerdotisa afuera de la puerta. La capucha sirve para proteger a Jimin de las miradas de los aldeanos que lo siguen al lago: no ha visto más que lástima y desprecio en los ojos de aquellos que él creía conocer y confiar. Pero la oscuridad de la capucha no podía protegerlo de los murmullos y susurros que pasan junto a él.
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𝗢𝗖𝗙𝗪 › YM。
Fanfiction˗ˏˋ──donde jimin es un humano sacrificado al dios del invierno, yoongi. →contenido yaoi, gay u homosexual. →traducción del fanfic del mismo nombre realizado por study_latte en AO3; tengo el permiso para realizar esta traducción. →no copiar, reproduc...