Alicia en el país de las maravillas

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El dolor de cabeza que siento es mortal. No quiero abrir los ojos porque sé que en cuanto lo haga mi cabeza va a explotar de dolor. Es como si me hubiesen agarro y sacudido sin parar por una hora seguida. Las manos y los pies los siento pesados y la boca seca.

Debería ir a buscarme un vaso de agua si no quiero deshidratarme asique me dispongo a pararme, pero hago una mueca de dolor cuando, por la brusquedad que ejerzo al intentarlo, aprieto mis manos contra los fierros que me tiene agarrada. Intento patalear pero tampoco puedo mover las piernas entonces dejo de intentar y simplemente me quedo mirando hacia arriba

Miro a mi alrededor, estoy dentro de un cuarto todo gris y blanco. Las paredes parecen de ladrillo. El piso esta bastante limpio además de que hay un escritorio con una silla al costado. No es que la habitación fuera tan grande, pero es aceptable.

El mareo sigue y me resulta muy difícil abrir los ojos por la luz que hay en el cuarto. Hasta que una figura entra por la puerta. Es una mujer con una bandeja de lo que yo creo es comida. Esta me mira y me sonríe.

-"¿Cómo te sientes hoy Alicia?"- Pregunta con amabilidad-"Ayer tuviste un dia duro de llevar"-

-"No me llamo Alicia"- La miro confundida-"¿Quien sos?"-

-"Soy tu enfermera desde que llegaste acá"- Respondió con tono agradable

Claramente me están confundiendo con otra persona, mi nombre no es Alicia, es Raquel, tengo 19 años y vengo de un pueblo chico de España. Me mude a Argentina hace 3 años porque estoy estudiando Medicina en la UBA. No existe la posibilidad que que mi nombre sea Alicia.

-"¿Cómo que desde que llegué acá? ¿Hace cuanto me tienen acá adentro?"

-"Alicia vos estás acá desde hace 2 años ya, ¿te acordas?"- Me deja la bandeja arriba de la mesa que está junto a la cama y vuelve a dirigirse a la puerta.

No entiendo cómo es que supuestamente yo estoy acá desde hace ya dos años y nunca me dí cuenta-"Entonces si ya estoy acá desde hace tanto tiempo, ¿Para que me atan las manos y pies?"

-"Ayer te pusiste agresiva, pero eso no va a volver a pasar hoy, ¿o no?"- Responde dulcemente

Y es que no comprendo, yo no soy una mujer violenta, sino todo lo contrario. En lo que a mi concierne soy una persona muy pacífica y medida en mis acciones, no le haría nunca mal a nadie.

-"Yo no soy agresiva, creo que me están confundiendo con alguien más"- Miro a la chica a los ojos- "¿En donde estoy?"

-"Estás en un hospital psiquiátrico"- Su respuesta me dejó impactada.

No tengo la mas minima idea de porqué podría estar encerrada en este lugar, en mis recuerdos, ayer yo estaba en la facultad estudiando el cuerpo humano y no atada a una cama.

-"Y ¿Cómo es que llegué a este cuarto?"- No siento que debería estar haciendo tantas preguntas pero es que la curiosidad de mata

-"Un día entraste por las puertas del hospital diciendo que habías matado a tu esposo, nos describiste detalladamente cómo había sido y en donde lo habías dejado, viniste voluntariamente y te instalaste aquí"- Me dijo mientras me soltaba la mano izquierda y los pies y agarraba la bandeja que ahora estaba vacía de mi mesa de luz llevandosela- "Ahora solo intenta de seguir durmiendo"- Dicho esto se fue por la puerta y las luces se volvieron a apagar

Pero nose como voy a hacer para seguir durmiendo con toda la información que tengo que procesar en este momento. Trato de pensar y entender que pasa pero mis ojos pesan y luego de unos minutos me quedo dormida

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Despierto agitada, tuve una pesadilla horrible. Un hombre no paraba de perseguirme y gritar mi nombre. Al despertarme noto que mis muñecas arden y están marcadas. Las luces están apagadas y no logro ver nada pero me da muchísima pereza levantarme a prenderlas. Hasta que lo hacen, como por arte de magia, y me doy cuenta que no estoy en mi cuarto. Estoy en otro lado.

Una mujer de unos veinte largos años entra al cuarto con una bandeja de ¿comida?

-"Hola Alicia ¿Cómo te sientes?"- Pregunta con una sonrisa en el rostro

-"¿Alicia? no me llamo Alicia, me llamo Camila"- Una sonrisa burlona es lo único que obtengo de la mujer en respuesta.

No puede ser, mi nombre real es Camila, tengo 29 años y soy diseñadora de interiores. Viví toda mi vida en Argentina y me casé el año pasado. No entiendo que es lo que hago acá adentro.

¿Qué es esto, una broma?

-"¿Dónde estoy?"- Pregunto, y la mujer suspira

Mad WomenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora