-PRIDE AND PREJUDICE-/(Orgullo y Perjuicio)/

Toma 16

Un sueño basta para llamar a la realidad

—¿Qué haces aquí?— pregunté mirando de pies a cabeza.

—Vine a verte...— respondió...

—Aaron... Sabes... En serio quiero dormir, vete...

—Duerme... Pero estaré dentro— musitó para luego entrar sin permiso y sentarse en el sofá.

Yo solo miré lo que hacía y sin ganas de querer sacarlo mejor lo dejé quedarse.

Me acosté en el otro sofá grande, pero antes de poder cerrar los ojos, sentí que el chico se subió encima de mí sin aplastarme com sus grandes brazos  y puso una de sus rodillas en medio de mis piernas

—¿Qué crees que estas haciendo?— susurré queriendo dormir, pero la escena de él y yo teniendo sexo invadió mi tranquilidad.

:Quiero verte dormir— dijo éste lamiendo su labio y mordiéndolos.

¡Deja de hacer eso!

Sentí que mi entrepierna dolía, asi que supuse que fue por la exitación del sueño.

Mi rostro ahora era una imagen de lujuria.

—Te lo dije... No puedes escapar de mí... Porque sabes que quieres que entré en tí y te haga gritar, ssbes que te gusta eso, pero no lo admites.

:Cá...llate— dije entre jadeos.

Éste pasó una de sus manos sobre mi intimidad provocando que mi piel se erizara.

:Nng...— se me escapó un jadeo y de un golpe me tapé los labios.

—Mírame...— ordenó subiendo su rodilla a mi entrepierna.

:Ah~ Basta... Pa...ra...— jadeé

—Quiero meterme en tí... Quiero sentir de nuevo aquel placer que provocas en mí, y sabes que yo también lo provoco en tí— lamiò mis labios y clavó los suyos  junto a los míos

Sabía que pronto iva a caer en su engaño, pero ahora nada me importa más que tenerlo en mí.

Agarré su cuello y dejé chupetones en este.

:Quiero que me metas tu gran pene y que me hagas gritar como si no hubiera un mañana— susurré cerca de su oreja

—Que sucia es mi esposa— sonrió para después cargarme y besarme

Sin despegar sus labios de los míos caminó en dirección a la habitación y me recostó en la cama.

—Cariño... Ábrete para mí— ordenó sonriendo y pegando su cuerpo al mío.

Me despojé de mi vestimenta hasta quedar totalmente expuesta y abrir las piernas.

:Cariño... Quiero drenarte con mi sangre— dije sonriendo...

—dolerá, pero te encantará— advirtió el chico sacando un alfiler...

Y de una estocada introdujo su erección...

-¡Ah!...— gemí al sentir el calor que emanaba dentro de mí.

:Muévete... Más rápido— ordené casi gritando.

—No... Aquí mando yo...— advirtió con una sonrisa.

Este comenzó a penetrar de manera brusca...

—Nggg... Ahh~ mmm ¡Aaron!— grité su nombre sin importar que a lado hubiera personas.

—Ah~ date la vuelta— ordenó.