-PRIDE AND PREJUDICE-/(Orgullo y Perjuicio)/

Toma 11

Si no puedo controlarte, mi arma lo hará, callarás por siempre de mi cabeza, de mi mente y callará mi destino.

- ¡Hazlo! Cállame por siempre— gritó Karen.

Los humanos son inconsientes de sus acciones, pero su consiencia la juega en vez de su cuerpo, acaso..¿hay alguien controlándome?.

- Basta... - susurré

- ¡¿"basta" de qué?!,

- ¡Que te calles! ¡Me tienes harta! No sabes nada de mí, nada de mi madre y de mi asqueroso padre, ¡¿crees que tus golpes, tus malas palabras, tus torturas  ivan a dañarme mi vida?! Jajajajja, no lo hicieron... ¡¿Sabes por qué?! Porque nunca tuve una vida sana— grité, mi mente está jugándome una mala pasada, de nuevo me pierdo en aquel laberinto de palabras, de recuerdos y de respuestas.

:Luna déjalo, ella no vale la pena— susurró Pedro agarrándome el brazo por si me digno hacer una locura.

- ¡No me toques Pedro!

: ¡Querida, basta!

— Qué saben ustedes de mí, no saben nada, ¡ella! (La señalo a Karen) ¡ella cree que me conoce!— la agarré del cabello hasta quedar frente a frente.

- ¡Suéltame! — gritó dándome un cabezazo y safándose de mí

Sentí como el dolor se desvanecía, a cambio dejaba un camino de sangre, desde una parte de mi cabeza hasta caer en mi cara.

- ¡¡Luna!! ¡Estás sangrando! ¡Para ya! - veía que los labios de doll se movían pero su voz no se escuchaba. Simplemente oía lo que Karen decía

- Te dije Luna, ellos son los malos aquí, ellos quienes te abandonaron en ese orfanatorio, él y tu querida madre!

—¡Te dije que no vuelvas a mencionarla!- grité dándole un puñetazo. - ¡Me vale un bledo lo que digas!- le di otra puñetazo haciéndola caer, me abalanzé sobre ella  y me acerqué a su oído... Mientras que con mi mano agarré de mi pantalón  uno de los regalos que mi padre tenía escondido.

Sabes ¿por qué un pez no debe salir del agua?- susurré

Mi mano derecha la tenía escondida detrás de mí, me levanté y la miré de reojo.

:¡Luna! ¡No lo hagas!- gritaba Dolly, sabía lo que tenía detrás, sabía que estaba cometiendo una locura.

Ella quizo correr al teléfono y llamar por ayuda, pero no la deje

-Ni se te ocurra dar un paso más- amenazé apuntándole con el arma y cargándola.

-Dicen que el fuego quema... Pero, ¿Qué tanto? ¿Hay algo que lo pueda apagar?- susurré...

Los recuerdos no paraban, este dolor, este sentimiento, duelen tanto, nunca creí sentirlo de nuevo ¿Qué es?.

-¡Te voy a matar! — la apunté a Karen que yacía en el suelo, confundida, talvez asustada. Ni yo misma me puedo controlar.

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¿Qué pasó Luna?¿Acaso tienes miedo? ¿Por qué? —risas-