Capitulo 3: Miercoles con M de matenme.

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Miércoles.
Maldito y estúpido miércoles.

Había llegado tarde, por segunda vez, gracias a que Caleb no me despertó, Chloe olvidó pasar a buscarme y mi madre no tuvo mejor idea que irse de viaje de negocios con mi padre, cambiando de horario la alarma con la que yo contaba para despertarme a las siete de la mañana. Ni siquiera pude desayunar, por lo cual mi mal humor iba aumentando en medida. Sin mencionar que al llegar tarde a la hora de matemática recibí un sermón que me hizo quedar dormida.
Lo que me trajo como consecuencia una visita al director.

- Señorita Walf, me extrañaba su ausencia por aquí. ¿Que hizo ahora?- desde atrás de su escritorio, hizo un gesto con su mano para que tomara asiento frente a él.

- Llegue tarde, recibí un sermón por parte de la profesora Tray y me quede dormida escuchándola. Dígame cual es la sentencia.

Tiré mi mochila a un costado de la silla y me acomode tranquilamente.

- No la culpo, creo que es lo mas santo que usted cometió en los años que lleva en este instituto. Además de que los sermones de Tray me aburren hasta a mí. Pero -genial siempre había un pero- no esta bien visto por su parte y mucho menos luego de lo que hizo ayer en el almuerzo con su compañero Felix Eder. Por lo cual recibirá un castigo por sus actos de mal gusto cometidos, estaba pensado en hacerle..

El director Brown calló inmediatamente cuando la puerta se abrió de una forma brusca dejando ver a un chico con la cara completamente negra y con unos lentes de plástico cubriendo sus ojos. Detrás de él entraba de una forma muy alterada la profesora de química.

- Señor director, este joven insolente se atrevió a burlarse en mi cara mezclando acetato de sodio con nitrógeno líquido, cuando advertí especialmente cinco veces que no generaran esa mezcla porque podría generar algo así- señaló la cara negra del chico- además de que tuvo un grave enfrentamiento con uno de los estudiantes, ¡lo acorraló contra los casilleros!

- Gracias por informarme, ya puede retirarse. Usted, alumno, tome asiento, recibirá un castigo al igual que la señorita Walf.

- Que sea un castigo separado de ella por favor- se quito las gafas y se limpio la cara con un trapo blanco que tenía en su mano-, porque sería capaz de incendiar el colegio con ella dentro.

- Debido a los antecedentes que tienen ambos, los cuales son muy similares, decidí hacer un castigo para ambos en pareja. Limpiaran el patio de deportes, por toda una semana. De esta forma quizás logren llevarse mejor.

- ¿¡Que!? No. Definitivamente no- ambos gritamos a la vez levantándonos de nuestros asientos haciendo que la sillas se retiren hacia atrás debido a nuestro impulso.

- Discúlpeme director Brown, pero no creo que usted entienda que yo no puedo estar ni cerca de este hombre- señale con mi dedo índice de forma despectiva a Felix- es increíblemente irritable y malditamente egocéntrico.

- Estoy de acuerdo con ella. A parte si usted dice que somos tan destructivos, ¿no cree que quizás los dos juntos seamos capaces de volar la escuela en mil pedazos?

- Por lo menos lograran hacer algo juntos y en pareja. Comienzan la semana que viene chicos, y no quiero mas reclamos de profesores. Vayan a sus clases.

Puse los ojos en blanco. Tome mi mochila y me fui.
Podría haberme quedado a discutir con el director diciendo que la decisión que estaba tomando era muy mala. Me corrijo, la idea de trabajar junto a Felix a modo de castigo era terrible. En una semana se podría definir el futuro de la humanidad, porque era muy cierto que si nos juntaban a Felix y a mi en una misma habitación podríamos no solo estallar la escuela, sino el planeta entero. Pero no lo discutí con Brown debido a que fuera lo que fuera que yo dijera no valdría la pena. La decisión ya la había tomado, y yo no iba a poder cambiar nada.

Amor enmascarado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora