El secreto

El Secreto Parte 1

Uno trata de vivir lo mejor que puede, intentando no hacer mal en la medida de lo posible.

Solo que a veces sin querer uno comete errores y ellos generan consecuencias

Soy una persona que ha cometido errores.

Me enamore dos veces. Para algunos eso seria una bendición para mi fue una condena.

Hace muchos años que estoy casada. Llevo una vida tranquila. Trabajo como secretaria de presidencia de una empresa constructora.

Tengo hijos sanos y creciendo. Tres veces por semana una señora viene a ayudarnos con las tareas del hogar.

El jardinero cada 15 días. Peluquería los viernes.

Sábado al mediodía vamos a los supermercados para hacer la compra de la semana. A la noche cena con amigos

El domingo asadito, con helado elegido por los chicos, crema de cielo con frutilla a la pana.

Mi vida no difiere a cualquier otra de mi circulo social. Somos mujeres acostumbradas a dividirnos en varias partes para atender las necesidades de la familia.

En el trabajo soy muy eficiente. Recuerdo cada una de las citas que tienen mis jefes sin mirar la agenda. Conozco el nombre de sus esposas e hijos.

Me adoran. No protesto,si debo quedarme después de hora.

Llego a casa , preparo la cena mientras reviso la tarea de los chicos. Lunes: pollo a la mostaza, martes colita mechada con papines andinos. La semana organizada.

Después de limpiar la cocina, ducha.

Una ultima copa en la habitación, mi esposo me espera con una sonrisa, deja el diario en el piso y nos disfrutamos.

Todo normal, todo organizado.

No me gusta manejar, hice varios cursos de manejo, pero me estresa.

A los chicos los llevo todas las mañanas a las 7:30 con un coche contratado a la puerta de la escuela.

Bajo les doy un beso y vuelvo a subir para que me lleve a mi trabajo.

Todos los días iguales.

Mi vida era tranquila, estaba tan acostumbrada, era feliz, bueno eso creía yo.

Ese jueves llegue al trabajo como todos los días. Espere el ascensor, subí.

Un hombre alto, pelo entrecano. Me dio la bienvenida con su mirada serena

Sentí un escalofrío.

Recorrí con la mirada el habitáculo del ascensor.

Estaba hermosamente amueblado, siempre me sorprendía el buen gusto del decorador.

Entre, salude y me dirigí al gran espejo del fondo, como todos los días.

Algo me llevo a dar la vuelta. Me sentía inquieta.

Ese hombre generaba una sensación de bienestar, Incomoda.

Las puertas se abrieron en el tercer piso. Respiré. No es de la empresa... pensé.

Me preparaba para bajar, cuando me percaté de un objeto extraño. Bueno, no extraño. Solo que no estaba allí antes. Me acerque. Lo toqué. Estaba sola, lo agarré y salí de allí con culpa.

Lo metí en la cartera mirando para todos lados . La recepcionista me saludo como todos los días, pero hoy me pareció, que sabia mi secreto.

Ese día laboral transcurrió lento, muy lento. Me costaba concentrarme.

Mi jefe preguntó si me pasaba algo, estaba rara.

Por fin se acabo el día.

Queriendo darme una sorpresa, mi esposo vino a buscarme.

Hoy, justo hoy.

No recuerdo los temas de conversación. Yo solo quería un rato a solas para poder examinar lo que tenia en la cartera.

Por fin llegamos a casa. Pedimos pizza

En esas cosas que suceden una vez cada tanto, mi esposo entendió que debía dejarme sola.

Se lo agradecí con la mirada.

Sola en la cocina. Abrí mi cartera

Lo extraje con mucho cuidado y lo volví a examinar.

Era pequeño, supongo que antiguo también.

Me aceleraba el corazón tocar su suavidad

Nunca había tenido algo tan valioso. Decidí que era hora de regresarlo a la cartera y dormir.

Amaneció despejado. En casa todo igual. Los chicos a la escuela, yo al trabajo

Mi esposo me miro preocupado.

Llegue a la empresa y al subir al ascensor, nuevamente ese señor.

Esta vez no me sentí incomoda. Me sonrió y dijo – debe tomar la decisión. No tema. Todo es para mejorar

Abrí los ojos sorprendida, pensando...como lo sabe...El respondió a mi pensamiento – Lo sé, porque fui enviado para darle el empujoncito que necesitaba.

Somos muchos.

En su camino encontrará toda la ayuda que necesite. Usted es la elegida. No permita que el miedo la gobierne.

Adventéncia

Perderá todo lo que no este alineado con el futuro que la espera.

Pensé... no me importa perder bienes.

Nuevamente respondió en voz alta. No solo perderá bienes. Algunos afectos también.

No sufra. Los que se irán, no eran para usted.

Se acercaran personas que solo buscaran su energía. Otras le entregaran abalorios. No los toque.

Mantenga distancia con aquellos que su corazón le dicte.

Haga caso a su ser, él la guiara en el bien.

Por último este atenta a su alrededor. Puede ser la clave para su cambio

Yo estaba muda, agarrando la cartera con fuerza. Creí que había pasado mucho tiempo. Mire el reloj. No funcionaba. Se había detenido

El hombre canoso sacudió la cabeza sonriente. La alarma del ascensor avisando la apertura de la puerta en el tercer piso. Bajó

Yo aun aturdida, volví a mirar mi reloj, . Estaba funcionando otra vez.

Entré a la oficina. Renuncie

continuará...