Caminaba por las calles conocidas, con la incertidumbre pintada en la cara.
Fue una decisión sin pensar. Todavía recuerdo el asombro de mi jefe. Le prometí volver.
No sé porque lo hice, tantos años en la empresa. Perdí todo por un impulso.
Voy a volver. Regreso presurosa al edificio debía hablar con mi jefe, decirle que me equivoqué
Subo al ascensor sin darme cuenta,marco el piso 3.
Se abre la puerta. Miro para todos lados, no podía ser... El bajó en este piso.
Pues el piso estaba totalmente vació, camine unos pasos por la alfombra sin marcas de muebles.
Era nueva, nadie la había pisado antes. Fui hasta los ventanales absorta en mis pensamientos. Me sobresalte. Un señor estaba pintando los marcos de las ventanas
– disculpe señor
– Si?
– ¿Conoce a un señor canoso, alto con traje? Ayer lo ví bajar en este piso.
– Acá había una empresa de eventos "Heaven", la conoció? Hace como dos años atrás. El dueño y su esposa fallecieron , en un accidente de avión. Ese que desapareció. Nunca mas los encontraron.
Confundida le dije – no,no.. lo vi ayer... y hace un rato...¿será el nuevo dueño?
– mire, que yo sepa no se va alquilar ni vender. Por no se que problema de papeles de herencia. Yo trabajo para los abogados A mi me mandan cada tanto hacer el mantenimiento del lugar.
– Bueno, gracias
El ascensor, me espera con la puerta abierta. Raro.
Subí e inconscientemente apreté planta baja. Salí
Nuevamente a la calle, sentí la presencia de "eso" en mi cartera.
Fui a la confitería de la esquina . Pedí un café.
Tome la cartera para sacarlo, lo tenia desde ayer allí. Mi mano sufre una fuerte presión para abajo al intentar retirarlo.
Miro distraidamente la barra, aun con mi mano dentro de la cartera. El mozo mueve la cabeza negando. Lo miré fijo, vuelve a negar.
Saco la mano, me acomodo en la silla. Tomo el café. Pido la cuenta. Ese mozo se acerca y me dice ya esta pago. Pero no salga aun. La están siguiendo.
– ¿Quien? ¿Quienes? Pregunto
– agacha la cabeza y se va.
Mas preocupada, me quedo quieta y observo las personas a mi alrededor.
Una mujer capturo mi atención. Rubia, casi blanco el cabello , ojos azules helados. Me miró con cara de pocos amigos. Baje la vista, disimulé, mirando para otro lado, pero atenta a su presencia.
El mozo regresa al tiempo que la rubia se dirige al baño y me dice – salga, la espera un auto gris afuera, vaya directo a su casa.
– Pero, pero que pasa? Digo asustada
– no hay tiempo, vayasé ahora.
Salí presurosa, subí al auto y arranco todo en el mismo instante.
Todo esto es una locura.
El auto avanzaba, sabia a donde me dirigía. Tal fue mi sorpresa! el conductor era el hombre canoso.
– ¿como , usted?? fui al tercer piso, no esta habitado. Quien es usted!! Exijo saber que esta pasando!
Tranquila, en su casa hablaremos .
Pero mi esposo...
Llegamos a mi casa en silencio. Baje presurosa,
El hombre canoso caminaba algunos pasos atrás.
Al ver a mi esposo nos fundimos en un abrazo ansioso. Sentí que regresaba luego de una ausencia muy larga.
Sentados en el living con una copa en la mano y mas tranquilos. Pedí explicaciones.
Bueno señor, quien es usted? Dije
Me llamo Salvador, dijo el señor canoso, con mi esposa. Iniciamos hace tiempo una empresa de eventos empresariales, nos iba bien.
Un día nos contrataron para un evento diferente, era un reto interesante. A medida que ultimabamos detalles, entendimos que nos cambiaría la vida.
Milagros, mi esposa. Fue la primera en entenderlo. Ella siempre fue mas sensible espiritualmente .
El día pactado para inicio de la reunión contratada. Se presento una persona que nos cautivo con su energía, de él brotaba luz.
Milagros al verlo sonrió y de la nada dijo - Es un honor acompañarlo en este proyecto-. El hombre me miro, sonrió y dijo Sé que a vos te tomara mas tiempo.
Puso su mano en mi hombro y sentí paz. Emoción . Mi alma le hablaba, al menos eso sentí yo.
Ese hombre me dio un rollo, una lamina larga como un pergamino. La desenrrolle , estaba escrito en lenguas extrañas, pero para mi sorpresa comencé a leerlo sin dificultad.
Después de eso... todo sucedió muy rápido. Simulamos a pedido de él el accidente de avión.
Y comenzamos nuestra misión.
Una de ellas es juntar a las personas elegidas.
Es por eso que me encontró en ese ascensor.
Yo estaba asustada, fascinada e intrigada al mismo tiempo. Mire mi cartera, él siguió mi mirada y dijo – si, esa es su misión. Debe protegerlo . Usted es la guardiana de la orden del sagrado ser.
Fue elegida hace milenios, solo que recién en esta vida , esta preparada.
Miré a mi esposo, estaba blanco, mudo. Y los ojos mirando el piso.
Salvador lo miro abiertamente .
Se levanto. Poso su mano en el hombro de mi esposo y dijo – Lo siento .
Se levanto y se fué
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El secreto
SpiritualElla no sabía que era parte de una organización que le cambiaría la vida