1 - Bienvenidos a la Legión Masayoshi.

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—¡AH!

Evidenciando mi despertar, grité espantado, adolorido, sintiendo una emoción profunda en mi corazón, sentimiento el cual no puedo describir con certeza, pero puedo confirmar que me perturbó a tal punto que hasta estoy sudando, hecho el cual es raro, por la costumbre de dormir con la ventada abierta.

¿Qué habrá sido eso?

Me cuestiono, y antes de divagar siquiera, una voz me saca de mis pensamientos.

—¡Ah! ¡Y-YO NO FU...! ¿Qué...? —gritó ella, para después de reacomodar sus sentidos, se quejó—. ¡Raku! ¡N-no espantes! ¿E-estás bien? ¿Qué pasó?

Como si no hubiera sido suficiente el susto que recibí después de ese sueño nostálgico y doloroso, terminé por contagiar mi miedo a la persona al lado mío, despertándola en el acto.

Su dulce voz (ahora con un toque de preocupación y angustia) resonó por la habitación.

Nuestros gritos fueron tan intensos que me cuestioné si fueron lo suficientemente fuertes como para despertar a cualquiera que esté durmiendo cerca de nuestra cabaña.

—Sí, sí... gracias María. —Qué vergüenza, me pasa otra vez esto frente a ella...

—De nuevo tuviste ese sueño, ¿verdad?

Afirmé a su pregunta.

Me está mirando con unos ojos preocupados, aunque no debería sorprenderme, al fin y al cabo, tiene razón, pues no es la primera vez que pasa algo similar, pero puedo confirmar que es la primera vez que despierto con un susto o reacción así.

Ella ya no quiso darle más vueltas al asunto, rindiéndose.

—Me estás preocupando, pero bueno, dejemos eso de lado. Hoy es otro día de entrenamiento, así que mejor ya hay que alistarnos.

—Lo sé, lo sé... No podemos llegar tarde... No tienes que decírmelo...

Lo peor es que como es de costumbre, me desperté antes de que la alarma sonara siquiera.

Fue cuestión de segundos para que el aviso apareciera, siendo en vano para nosotros al menos.

* * *

Y sí, ¿qué mejor que comenzar una historia con el típico sueño inesperado que ni siquiera te explica nada de la trama y solamente existe para crear tensión? ¡JA! Eso ni yo lo sé...

Dejemos eso de lado.

De una vez me presento.

Soy Raku Tadashi, y estoy narrando el comienzo de mi viaje del héroe y propia aventura.

Los guiaré a mi época de niñez y a pocos años de comenzar la pubertad, específicamente cuando tenía 8 años.

Hasta el día de hoy sigo conservando esos ojos y cabello de color azul marino oscuro, aunque es claro que en ese tiempo eran mucho más vivos que ahora.

Me encontraba junto a mi compañera no sólo de cuarto, también de vida y mi mejor amiga, aunque no la consideraba hermana si me lo preguntan.

Ella era María Megumi, una niña de mi misma edad de cabello corto de azul lapislázuli, que hacía par con ambos ojos azules claro, símil al cielo que podemos apreciar.

Al ser con quien he vivido prácticamente desde que tenía memoria, éramos tan unidos e inseparables. Cabe resaltar que nuestra personalidad era tímida, pero si hablamos de quién realmente daba un paso para hablar, tendría que referirme a ella; en cambio yo nunca fui de socializar personalmente.

Great Heroes Gems! (1) - Masayoshi LegionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora