Taehyung dice... |Vhope|Finalizado|

Desarrollar

¿Qué haría a estas alturas?

Esto no podía estar pasando, se suponía que todos juntos deberían seguir con el juego hasta terminar en el suelo por tanto beber como acordaron. Cuando hablaba de todos juntos se referían a los siete, no a él y Taehyung.

Pero allí se encontraba, sin camiseta entre las piernas de Taehyung —uno de sus mejores amigos—. Cada vez más mareado por el alcohol y el toque del menor. Vaya embrollo en el que se había metido, aunque tenía que admitirlo le gustaba.

Taehyung tiró del mayor, decidido, atrayéndolo más cerca de su cuerpo. Obligando a que se siente a horcajadas en su regazo. No pudo resistirse, finalmente junto sus labios en un fogoso y hambriento beso. Toda la temperatura se elevó, el sonido obsceno de sus bocas saboreándose ansiosos por el otro inundó todo el sitio.

Se separaron para tomar aire —¿Sabías que eres precioso? —comentó, pendiente de cada reacción. Las mejillas sonrojadas de su hyung, la frente apenas arrugada, mordiendo sus brillantes y rojos labios junto a su cuerpo tembloroso. No quería ni pestañear para no perderse de nada.

Comenzó a acariciar su torso con delicadeza, sin prisas. Fascinado por la suavidad. Sus largos y fríos dedos recorriendo, explorando cada centímetro de la tersa piel expuesta.

—Taehyung —balbuceó tratando de oírse lo más claro posible —no digas barbaridades.

—No tienes idea de las numerosas veces que he esperado tenerte de esta forma, encima mío —Detuvo sus manos en las caderas del mayor, presionando con avidez. Para poder frotar el delgado cuerpo encima suyo contra su prominente erección atrapada entre capas de telas. Quería dejar en claro lo loco que su hyung lo ponía.

Hoseok no pudo evitar contraer sus muslos, estaba duro. Duro por él.

Los amigos no deberían estar haciendo esto, no deberían excitarse el uno por el otro. Sin embargo, así se hallaban deseosos y hambrientos.

—¿Te gusta aquí? —siguió acariciándolo hasta que las yemas de sus dedos localizaron sus pequeños pezones, el contrario respondió con un suave gemido arqueándose con solo un ligero roce y pinchazo. El rubio sonrió satisfecho —Supongo que tomaré eso como un sí.

¡Qué avergonzado se sentía! Volverse un sumiso por alguien menor... que disfrutaba de torturarlo de esa forma. Cada roce y toque enviaba una onda de calor a la zona sur de su anatomía. Demasiado excitante como para detenerse ahora.

En desespero Hoseok atrajo la cabeza del rubio hacia su pecho, ansioso de sentir la lengua del menor sobre sus pezones. Esta vez gimió con mucha fuerza, la hábil lengua rodeando justo como lo estaba ansiando.

Oh Dios, quería más. Sin darse cuenta ya se estaba frotando sobre el prominente bulto recibiendo un gruñido en aprobación.

Taehyung golpeó de forma nada sutil sus muslos, haciendo que se sobresaltara por tal repentino movimiento.

—Desprende los botones de tus pantalones —ordenó, sus ojos brillantes por el deseo —Vamos Hoseok. —incitó —No pienses mucho en ello. Solo hazlo.

Maldijo en sus pensamientos al comenzar a desprender sus pantalones. Levantándose un poco para poder librase de la prenda. Aunque Taehyung se le adelantó, demasiado ansioso para esperar.

De un tirón lo despojó de esos ajustados jeans dejándolo por encima de sus rodillas, de esta manera Hoseok quedaba arrodillado sobre el menor apoyando ambos brazos en sus amplios hombros. Taehyung estiró sus manos para agarrar dos de los delicados dedos de Hoseok y exhortó demandante—: Chupa.

—Q-qué, Tae espera no voy a hacer eso —Se quejó, la vergüenza jactada en todo su rostro.

No escuchó —Hazlo, mójalos bien.