Capítulo 1

9 0 0
                                    

El sudor bajar por su rostro se hacía presente, su respiración cada vez más acelerada y su corazón bombeaba a toda velocidad lo suficiente como para llenar todo su organismo de adrenalina, corriendo provocando que sus pies dolieran hasta el punto de lastimarse y heridos hasta que su cuerpo y su misma alma no pudiera más, llevándolo a colapsar y caer en un lugar que en su vida había visto, tan oscuro que apenas las luces de los faroles alumbraban y unos cuantos parpadeaban, tan lúgubre y sombrío, el silencio prolongaba aquel sitio escuchando solo su respirar.

Tumbado en medio de aquel vecindario de unas cuantas casas aún habitadas, la sangre bajaba lentamente por su rostro el cual tenía golpes, su cuerpo herido le ocasionaba una gran desventaja, en su brazo tenía una gran cortada perdiendo así bastante sangre, si quería sobrevivir primero tendría que tratar esa herida, pero ahora se encontraba solo casi al borde de perder el conocimiento sin fuerza alguna.

Y las sirenas de la policía se hicieron presentes por el vecindario ¿Qué es lo que había ocasionado? ¿Qué haría ahora?

—Lo siento mamá yo no quería hacerlo —De pronto lagrimas empezaron a adornar su rostro cayendo de manera bestial, cubriéndolas con sus pequeñas manos —. Me odio ¿Por qué? ¿Por qué?

De lo que no se había percatado era de aquel chico de mirada fría y ojos gatunos observándolo desde la ventana.

***

El sonido tan estruendoso hacía eco por toda la habitación anunciando que era la hora de levantarse, sus tímpanos dolían, sus ojos sin poder abrirlos aun tratando de buscar el causante de su despertar tan horrible para poder cesar su sonido, cuando le dio fin a su agonía volviéndose a acurrucar la puerta es abierta bruscamente anunciando que era el final para tratar de conciliar el sueño otra vez.

—Jimin ya son las 6:30 es hora de levantarse —Anuncio con una voz dulce, pero a la vez intimidante —. No me digas que no quieres ir a la escuela, porque si es así hay platos que fregar, pisos que limpiar, ropa que lavar.

—Esta bien mamá ya entendí —Contesté con una voz algo ronca por estar medio dormido aún.

Era mil veces mejor ir a la escuela que quedarme a ser él sirviente de mi mamá, aunque me encontraba bastante cansado por las inmensas tareas que me dejaron de estadísticas y filosofía que tuve que realizar ayer por la noche, tenía que ir a la escuela solo para ver a mi mejor amigo Jungkook aparte de que nos tocaba exponer sobre un proyecto ecología.

Me pare adormilado tambaleándome hasta llegar a la ducha que fue la más rápida de mi vida, una vez fuera me sentí más animado y despierto, me vestí portando así mi uniforme, simulando una especie de traje color azul marino y una corbata roja que lucía tan bien en mí, aunque algunas veces me sentía insegura por mi peso, también había veces que sentía que amanecía bastante guapo y hoy era uno de esos días.

Baje corriendo por las escaleras para ir directo a la cocina que desprendía he invadía mi olfato con un olor dulce de pan recién horneado y un refrescante té de menta se hizo presente, me acerque a mi asiento para degustar aquel desayuno tan delicioso.

—Jimin cuántas veces te he dicho que no bajes las escaleras corriendo —Regaño mi mamá viéndome a los ojos mientras ponía mi plato en donde los wuaffles se veían tan apetecibles.

—Lo siento mamá no volverá a pasar —Dije con una sonrisa y al instante metí un pedazo de waffle enorme en mi boca que casi acaba con mi vida al pasar a ahogarme.

—¿Te quieres matar acaso? —Una tercera voz se hizo presente —. Te quiero vivo para esta noche so es que acaso ¿Tienes miedo de perder contra mí?

—Eso nunca Min Jin —Reí sin saber por qué, pero ver a mi hermano y a mi mamá me traen una inmensa felicidad incapaz de describirla con palabras —. Puede que a veces pierda, pero nunca huyo.

Eyes That Confuse ↪윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora