Manzana del pecado.🍎

11.1K 1K 429
                                    


🍎🍎🍎

—Buena chica, estuviste perfecta—gruñó esa voz que tanto asco me daba.

Se escuchaba el sonido de su cinturón, imaginé que había terminado de vestirse. Se acercó nuevamente y besó mi frente. Yo cerré los ojos con fuerza negándome a verlo. Dolía, no sentir nada dolía más que el infierno. Eso lo hacía todas las noches después de violarme. Creía que así remediaba el daño que provocaba constantemente. Cerdo asqueroso.

—Cierra la puerta cuando salgas— mascullé sintiendo como las lágrimas corrían por mis mejillas. Era costumbre, las lágrimas se habían convertido en algo constante. Cuando no las derramaba en las noches tratando de soportar como me ultrajaban, se hacían presentes a la mañana siguiente, torturándome a mí misma, diciéndome que todo sería hasta un día. 

Y ese día ha llegado.

—Eres deliciosa mi amor, más que tú mami— sus ásperas manos recorren mi cuerpo— me estremezco.

—¿Ya terminaste?—mi voz sale aterrada, con miedo de que quiera volver a usarme.

—Me has dejado con ganas de más—sonríe. Y en menos de un segundo está nuevamente desnudo de la cintura para abajo.—me duele el alma, la vida.

—Ya no más, por favor— ruego.

—Shh, seré rápido esta vez cariño—sonreía.

Lo sentía penetrarme una y otra vez, sus manos invadiendo mi cuerpo, sus ojos lujuriosos me veían con deseo. Mientras susurraba: "Mi dulce Eva".

—Basta—suplicaba intentando sacarlo de encima de mí.

—Eres tan dulce, y tan pecaminosa como tu propio nombre— decía mientras se dejaba llevar por su asqueroso orgasmo. Mis arcadas amenazaban con hacerse presentes. Las lágrimas no cesaban.

Lo odio. Lo odio. Lo odio como nunca antes pensé que odiaría alguien.

Salió completamente por segunda vez de mi cuerpo vistiéndose de nuevo. Yo rogaba internamente que se vaya de una vez por todas. Me envolvía en las sábanas, cubriendo mi adolorido y desnudo cuerpo.

—Papi te ama, no lo olvides— fue lo último que dijo antes de desaparecer por la puerta de mi habitación, llevándose consigo la última esperanza de vida que me quedaba, luego de haberme violado dos veces, como hacía todas las noches antes de ir a dormir. Durante cinco malditos años.

Hasta hoy. La dulce Eva del pecado dice basta, ya no más.

Me preparé mentalmente para lo que iba a pasar a continuación, ahora viene él. Es su turno de jugar conmigo, mientras su papá va a hacerlo con mamá.

—Ay mamita, cuanto lo siento—Sollozo.—tranquila, todo es hasta hoy. Aguanta por favor, hoy es el fin de ambos.

Escucho la puerta abrirse nuevamente, entrando por ella otro monstruo... Mi cuerpo se sacude con espasmos, debido a la anticipación.

—Hola hermanita.

—Trato de cubrir mi desnudo cuerpo, pero resulta inútil, aún así pasará. Siempre pasa.

EVA © (Completa)✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora