Capítulo 2

442 39 98
                                    

Kim miraba a su amigo Max escribir en una libreta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kim miraba a su amigo Max escribir en una libreta. Él no lo molestaba, sabía que él chico debía estar concentrado pues le ideaba la revancha perfecta.

Alix estaba ahí.

—¿Qué hace? —le susurró ella.

-Planea la revancha...

—Reto —lo interrumpió Alix—. Suena mejor reto.

#1#1#1

—Tengo ya listo el reto —les comentó Max acomodándose los lentes. Kim creería que lo estuvo planeando por todo el día, pero no fue así. Realmente a Max se le ocurrió en el almuerzo y no tardó ni diez minutos en idearlo.

—¿Qué es? —soltaron Alix y Kim a unisono. Luego fruncieron el ceño.

"¡Kubdel, no me copies!"

—Una carrera de obstáculos.

—¿Cuándo es? —Alix quería que esto acabara para poder irse.

—Tomando en cuenta el reporte del clima, la planificación requerida, además de los factores externos como búsqueda de materiales. Calculo que el martes será buen día.

—¡Pero estamos a viernes! —gritó Kim mientras sentía como el tiempo comenzaba a correr lentamente. Él quería hacer que Alix mordiera su polvo ahora mismo.

—¿Algún problema? —le contestaron sus acompañantes.

Sintió la mirada despreocupada de Alix, recorrerlo lentamente.

"¿Desde cuando ese tipo de mirada causa terror?"

Era como si no le importara en lo mas mínimo.

—Los dejo. Quedé en ir con Nath a comprar botes de pintura, le debo una —se dio media vuelta colocándose su mochila. Cuando estaba en el umbral de la puerta giró la cabeza y miró a Kim y Max—. Adiós, chicos.

Cerró la puerta dejándolos completamente solos en aquella aula. La jornada escolar había acabado.

—Parece que tienes un nuevo rival —comentó Max con picardía.

—¿De qué hablas? Alix ya era mi rival.

Max se limitó a poner los ojos en blanco, ¿Qué mas podía hacer?

—Vámonos de aquí.

En cuanto salieron del aula, Hue los miró con enojo.

—¿Por qué tardaron tanto? ¡Tengo hambre! —se quejó la chiquilla.

—Nada te obliga a esperarnos.

Kim se estaba metiendo con su dulce hermanita... que de dulce no tenia nada.

—Mamá me obliga. No cree que yo pueda irme sola, cree que me voy a perder.

—Tu mamá sólo te protege, está comprobado que los secuestros a menores son comúnmente con presas de catorce a dieciséis años de edad.

¿Rivales?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora