COULROFOBIA [JuNo fanfic]

C A P Í T U L O 4

Jun entró a la fiesta con ciertos aires de superioridad. La gente se lo quedó mirando por un rato, mientras él arqueaba esa ceja pintada de verde y tocaba su melena rizada del mismo color.

El ambiente no se veía tan mal. Los niños corrían, otros se lo quedaban mirado con una cara de espanto y comenzaban a correr hacia su mamá. No los juzgaba en lo absoluto. Una fiesta de ese tipo en una ciudad tan pudibunda y con otra cultura, no se veía tan bien.

El enigma de su traje y todo lo que llevaba puesto era gracias a Lee, un amigo que estudió un tiempo en Estados Unidos y para mantenerse trabajó de payaso en su estado libre. Fue aproximadamente a las once de la noche cuando MingHao y él tocaron el timbre de su departamento con toda la pena del mundo para prestarle un traje que quizá y ya no tenía con él.

Pero la suerte estaba del lado de Jun, por esa noche.

—¿Dónde carajos estamos? —preguntó MingHao entre dientes—. ¿Seguro que es aquí? Solo veo diablitos hambrientos...

—¿Te das cuenta en qué país vivimos? ¿Dónde puedes encontrar otra fiesta así? Además, no se ve tan mal.

—Nos van a comer vivos.

— It's all ok.

MingHao confió en la palabra de su amigo y dejó caer las cosas en una esquina del lugar. Cuando se daban eventos de magnitud grande siempre solían hacerlo en salones lujosos, pero era muy curioso que esta vez fuera en una casa no tan común ni tan corriente, pero de todas formas algo extraña.

Por otro lado, Jun estaba un tanto nervioso, sin querérselo decir a MingHao. Había practicado muchos trucos en la noche, pero tenía miedo de la falta de paciencia que poseía gracias a su histérica madre; eso, sumándole su gran ego.

—Supongo que tú eres el profesional payaso con el que hablé.

Esa frase fue dicha por una mujer joven que se cruzó frente a ellos. Jun y MingHao la miraron un tanto confundidos, pero el primero pudo reconocer la voz enseguida.

—¿Lee Sook?

—¿Tengo cara de tener otro nombre? ¿Quién más podría conocerlos?

—Podríamos decir que también tiene cara de una...¿Cómo se llamaba la princesa del cuento de la manzana y los enanos?

MingHao frunció el ceño ante la tontería de Jun.

—¿Crees que me veo como blanca nieves? —la chica sonrío algo apenada.

—No, te ves como la bruja —respondió—. Pero gracias por mencionar el nombre del cuento, me había olvidado.

MingHao codeó a su amigo inmediatamente, eso no mostraba educación en lo absoluto y Jun se echó a reír.

—¿Qué dices?

—Es broma de payaso, no los tomes en serio.

—Lo que Jun quiere decir, es que se ve como la princesa —trató de arreglar su amigo, algo nervioso—. Mírese bien al espejo, tiene una piel de porcelana. ¿Qué cremas usa?

—No trates de comprarme con tus palabras lindas, niñito —Sook rodó los ojos—. Iré al grano, entretengan a la gente hasta que sirva la comida junto a mi madre y unas amigas que traje para ayudar. Si las cosas salen bien, les pagaré como es debido. Por cada error son cien dólares menos.

—No estamos de acuerdo, mi compañero y yo-

—No me importa si lo están o no. Ustedes pusieron el juego, pero yo las reglas.