COULROFOBIA [JuNo fanfic]

C A P Í T U L O 11

—¡Jun!

El grito fue acompañado de unos cuantos empujones hacia el recién nombrado, quien estaba abrazado junto a sus sabanas, en la comodidad de su cama.

Jun por su parte no podía decir mucho, solo gruñía y lo apartaba con nula fuerza.

—¡Jun!

—¿Qué quieres, Hao? —lo golpeó—. Déjame dormir.

—He estado pensando en que he dejado a un lado mi amor por los libros desde que comenzamos a trabajar —contestó serio—. ¿Crees que debería ir a la biblioteca un rato? ¿Qué opinas?

Silencio.

—¡Jun!

—Largo de mi habitación, gracias.

—Pero-

—Adiós.

—Bueno, me iré —MingHao se encogió de hombros—. No sé si llegue para la hora de la cena, así que pide algo de comida a domicilio.

MingHao esperó respuesta, pero esta obviamente no llegó, puesto que Jun estaba dejándose llevar por el sueño e ignoraba notablemente lo que el otro decía.

El castaño negó y cerró la puerta de la habitación una vez afuera. Luego, tomó sus cosas y se dirigió a la salida con rapidez.

Cuando vio el clima, decidió ponerse la chaqueta que llevaba colgada en su hombro y corroboró la seguridad de la casa al cerrar la puerta.

MingHao tenía un gusto por la lectura muy delicado. Amaba leer, podría pasar una tarde entera solo maravillándose de la pasta del libro y luego despreciaría sus horas de sueño para envolverse entre el contenido.

Su biblioteca favorita no estaba tan lejos, era incluso más cerca que KimKim. Toda esa gloriosa vista habitaba el cuarto piso de un edificio que antes era parte de las oficinas para diseñadores gráficos. Luego de ser abandonado, los moradores se reunieron y decidieron darle uso entre mercados, clubes y una biblioteca.

Sí, era muy variado.

Cuando llegó, caminó hacia el ascensor y esperó unos minutos para encerrarse entre aquella caja plateada con un espejo que ocupaba la vista de todo él. Presionó el número cuatro y esperó mientras se arreglaba un poco el desastre de su cabello.

Hasta que llegó y sonrió al ver tantas secciones y tantos libros. Estaba prácticamente en su zona de confort.

—Necesito el libro de Harry Potter y la piedra filosofal, por favor.

MingHao se había leído cinco veces toda la saga y aún le parecía impresionante el talento que la británica J.K Rowking tenía para dejarlo totalmente absorto de la realidad.

Un chico de gafas y cabello oscuro, volteó al escuchar la voz de MingHao y fue curioso ver cómo todos los libros de su mano se caían.

—¿Qué ocurre? —MingHao se agachó a tomar los libros—. Tienes manos de mantequilla.

Cuando le entregó los libros, el muchacho seguía en una especie de shock, así que, chasqueó sus dedos frente a él, esperando a que reaccionara de alguna forma.

—¿El primer libro?

Kwon SoonYoung, un chico de tez blanca, iris marrón oscuro, y una corta cabellera castaña, además de unas grandes gafas que cubrían sus chiquitos ojos. Tenía un estilo poco marcado, con un hoodie relativamente grande al igual que su calentador azul oscuro. Era el auxiliar de ciertos lectores principiantes que visitaban la biblioteca.