La felicidad todavía le duraba después de varios metros recorridos a pie junto a la castaña. Al fin había podido tocar una mariposa, apreciando sus detalles a tan pocos centímetros, es que no sabía si Lexa era realmente consciente de lo que acababa de hacer, cumplir uno de sus sueños de pequeña y dentro de su top de sueños ocupaba el primer lugar, pues era el que compartía con su padre.
Al pensarlo la melancolía le fue ganando lugar a la alegría, desdibujando su sonrisa lentamente y cristalizando el azul de sus ojos — Como me gustaría que estuvieras aquí —
Y Lexa, atenta como siempre lo notó, sin decir palabra alguna mientras seguía el lento ritmo de sus pasos le tomó la mano ejerciendo la fuerza justa. Ella levantó su rostro y se encontró con su extraordinario verde mirándola de una forma cálida y con una sonrisa ladera que la hacía parecer un ángel — Solo te falta el aura — Pensó y luego sonrió, porque Lexa la miraba de aquella forma y porque si la castaña lo quisiera podría activar el aura para completar su celestialidad.
— Te entiendo — Dijo Lexa volviendo su vista hacia delante, pero sin soltar su mano.
Y ella sonrió, pero no con sus labios, sino con su alma, esa muchacha si que le hacía bien. Había caído del cielo < literalmente > Para salvarla en varios aspectos. No recordaba cuando había sido la última vez que esa calidez interna se apoderase de ella logrando que se sintiera bien consigo misma, también estaba segura que nunca había sentido un cosquilleo tan agradable en su vientre al entrar sus manos en contacto con la de otra persona.
Aquella muchacha era especial y su cuerpo se lo hacía saber a gritos.
— Llegamos — Lexa soltó el agarre de su mano y el cosquilleo se esfumó como por arte de magia.
— Gracias... Gracias por todo — Se acercó dejándole un suave beso en la mejilla y sintió un hormigueo en sus labios.
Quiso mirarla a los ojos antes de alejarse pero Lexa había bajado demasiado la mirada mientras le respondía con un tímido — De nada —
Subió los dos escalones del portal de su casa y desde esa posición la miró, esperando que Lexa la mirase también y sonrió ampliamente cuando la castaña lo hizo dejando ver el rubor en sus mejillas, levantó la palma de su mano en forma de saludo y Lexa respondió el gesto de igual manera, luego volteó entrando a su casa, descansando su cuerpo sobre el umbral de la puerta y con la sonrisa aún dibujada en sus labios.
— ¿Sales con la alienígena? — La voz de su madre la sobresaltó dando un respingo.
— No madre! — Responde luego de recuperarse del susto.
— ¿Y por qué venían caminando de la mano? O aún peor! ¿Por qué llevas esa estúpida sonrisa?
— ¿Me esperabas mirando por la ventana?
— Nono, aquí las preguntas las hago yo, tu solo te limitas a responder señorita — Su madre la señaló con el índice y ella bufó rodando los ojos.
— Me gusta ¿Si? — Respondió siendo realmente sincera.
— Ya, lo entiendo, si está bien guapa, pero... —
— Peeeeero... — La animó a seguir
— ¿Pero es humana en todos los aspectos? Es decir, tiene esos poderes raros, vuela, debajo de la ropa también será... —
— MADRE! —
— ¿QUÉ? — Responde en el mismo tono elevado que ella — ¿Cómo sabes que no? —
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Protejan Arkadia [CLEXA AU] (PAUSADA)
FanfictionClarke es una joven adolescente de solo 16 años, con una vida completamente normal y ordinaria, o al menos así lo creía ella hasta que conoció a Lexa