HUMO

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No puedo creer que lo este haciendo de nuevo. Es que en realidad no se porque sigue con esto. Es como si los padres tuvieran un entrenamiento secreto para fastidiar a sus hijos, y eso se comprueba con la insolente de Carla.

 - !Abiagail¡ ¡Ya baja! - Grito Carla desde la planta baja. puse mis audifonos en mis oídos con musica tan alta que no se pudiera escuchar su chillante voz. O al menos no tanto. Despues encendi un cigarrillo y sali por la ventana de mi habitacion hacia el tejado.

Todo esta tan gris y palido, pero no se porque no me sorprende, si asi ha sido la mayoria de mi vida. Apague la ceniza sobre mi pantalon negro, haciendole un agujero, y como consiguiente ua quemadura en mi piel. Algo de ardor... dolor, pero nada que no pueda soportar, al fin y al cabo, hay cerca de dieciocho agujeros y quemaduras similares en ambas piernas. Trato de concentrarme en la musica y olvidar el dolor.

Varios segundos despues una figura conocida comienza a trepar el arbol junto a mi ventana, lo hace con tanta habilidad, como si lo hiciera muy seguido. Pero siempre hay algo de elegancia en ella.

 - Hola Abs - Al llegar se sento a mi lado. Sus botas estilo militar, sus pantalones, su camisa, su blazer, sus pulseras y delineador, todo negro, la hacian parecer la persona mas sombria de la ciudad. Si no la conociera hubiera corrido del miedo.

 - Hola Dannie - solte el humo por la boca. - Quieres? - Le lance la cajetilla de cigarrillos.

 - Sabes que no me gustan estas porquerias. - Era verdad, pero siempre era divertido verla enojada o fastidiada cuando estaba de buenas. Me lanzo la caja de vuelta. - En fin, no vengo a pelear contigo, solo te traigo la pizza.

En mi mundo, una pizza es masomenos 400 gramos de cocaína y 30 rollos de marihuana envueltos con mucha cinta en forma de paquete, aunque se vea misterioso. Basicamente me quedo con 30 gramos de cocaina y 5 rollos de marihuana y lo demás lo reparto por la ciudad.

- Toma.. - Me extendio el paquete con el brazo izquierdo, y ya que traia las mangas del blazer dobladas hacia arriba pude notar marcas en sus muñecas.

Frunci el seño y lo tomé, cruce los brazos y me quede viendo a los de ella. Esto en verdad me pone furiosa.

 - Prometiste que ya no lo harías mas. - Dije secamente sin dejar de ver sus brazos, y despues me lleve el cigarrillo a la boca, de nuevo.

 -  Tu que sabes. - Dijo bajandose las mangas con incomodidad, viendo hacia otro punto, pero sus ojos se pusieron rojos y cristalinos.

Odio que le pase esto, ella es una buena persona, de hecho es la unica persona con la que me llevo, se puede decir, "bien". Me levante, suspire y me acerque para darle un abrazo. Siempre se calma con eso, desde pequeñas los abrazos han sido su medicina. Pero sigue mal, asi que creo que los unicos abrazos que tiene son los de su madre y los mios, y solo nos vemos esas veces raras cuando me trae la pizza.

- ¿Ya estás bien? - Me aleje un poco, y cuando vi que ya estaba calmada y menos emocionada me acerque hasta la ventana y pase una pierna por esta. - ¿Quieres venir? - Le pregunté y después apague la ceniza del cigarrilo terminado en el marco.

 - No gracias, tengo que irme, Mamá ha de estar furiosa, teniamos que irnos hace diez minutos, pero debía ir al tocador, y en el pasillo Marvin me alcanzo y me dijo que te trajera la pizza. - Frunció los labios y se encogió de hombros, despues se aproximo a las ramas del arbol.

 - Pero tu odias a Marvin, ¿porque hacer algo que él diga?

 - Me dio cincuenta dolares, y son muy efectivos para Chloe.

Chloe es una alcancía supuestamente secreta con una etiqueta que dice "PARA SALIR DE ESTE INFIERNO ALGÚN DÍA" en la que Dannie ha guardado los ahorros de su vida. Y si, su vida tambien es gris.

 - Está bien, yo también tengo cosas que hacer. - Le guiñé con el ojo y me sonrio de vuelta, pasé la otra pierna por el marco hasta quedar completamente en mi habitación, nos despedimos de lejos y cerré la ventana, aunque no me importa mucho que roben la casa de Carla.

Rápidamente acomodé el paquete en la parte más profunda de mi armario, donde normalmente coloco todos los paquetes que me toca distribuir. Decidí no revisar la mercancía, por hoy, así que me tire en la cama y encendí otro digarrillo. Momentos después la puerta se abrió de golpe. Era Carla.

 - !Levántate inútil¡ !Tenías que estar ahí desde hace diez minutos idiota¡ - Llego casi corriendo a un costado de la cama y me tomo de los cabellos con una mano, estiro hasta que quede sentada. Me queje un poco y después fume de nuevo el cigarrillo. Voltee a fulminarla con la mirada. Los moretones en su cara estaban desapareciendo, pero había nuevos en el cuello y su labio estaba algo roto y ensangrentado.

 - ¿Que te pasó ahí? - Pregunté seriamente inhalando el humo que despedía mi pedazo de tabaco.

 - Fue una maldita taza con la que tomaba el café esta mañana, pero obviamente lo preguntas para fastidiarme embécil, ya levántate hija de...! - No deje que terminara la oración.

 - Se supone que eres mi madre.. Que ibas a decir.. Hija de puta? Si, si lo eres. - Después de decirle eso me planto la palma de su mano en la mejilla, tan fuerte que me tiro en la cama de vuelta.

No emitió palabra al salir, solo se fue fruñendo y sobando su mano. Apuesto a que también le dolió. Bien.

La mayoría de la gente cree que alguien en casa le hace los moretones y cicatrices a Carla, pero la verdad es que ella misma se lo provoca. Mi padre nos dejó cuando empezó con sintomas de ira, yo tenía masomenos diez años. Después conocí a unas personas en la escuela, y esas personas me invitaron a conocer a otras personas, y así sucesivamente, y no necesariamente son mis amigos, son solo conocidos con los que trato negocios. La única amiga que tengo, se puede decir que es Dannie.

Apague al mismo tiempo el cigarrillo y el reproductor de música y baje trotando las escaleras. Carla estaba esperando con la puerta abierta.

 - ¿Es mucho pedir que hagas las cosas cuando se te pide? - Me miró con ojos de odio, pero decidí ignorarla, a lo que ella respondió con consecutivos golpes en los brazos y pecho... para ella.

- !Carla¡ !Cariño¡ !No te hagas esto¡ - Sally trato de tomarle las manos pero la que se supone que es mi madre era terca, y después pateo con fuerza a la que se suponía era mi tía. Ella gritó por la sorpresa del golpe pero no soltó las manos de Carla. - Shhh! Shhh! Calmate porfavor, estoy aquí, calma.

 Sally fue empujada hacia la calle y después la puerta fue cerrada en su nariz. Carla puede ser demasiado, enserio bastante grosera a veces. Lo bueno es que yo logré salir a la calle antes de que pasara todo ese drama. Ayude a Sally a levantarse y me encogí de hombros, lo unico que la fortifico un poco fue mi intento de sonrisa reconfortante. 

 - ¿Ella no vendrá? - Pregunté de camino al auto.

 - No lo creo. - Dijo ella sobándose la pierna y haciendo muecas. - Charle con un doctor ayer, pueden llevársela a un hospital psiquiátrico en cuanto algún familiar la deporte.

 - Es a donde quieres llevarnos, no entiendo porque ella no viene con nosotros. - Abrí la puerta trasera del auto y me senté, en el asiento del copiloto estaba Dannie, nos saludamos (como si no nos hubieramos visto hace siete minutos) y después Sally entro al asiento del conductor, lo encendió y momentos después ya estábamos de camino.

 - Sé que tiene problemas Abigail, pero es mi hermana, y me duele.

 - Claro que te duele, te ha pateado mas de seis veces, ¿porque no la dejas y ya?

 - ¿ Y porqué no la dejas tu?

 - Si se mata, quiero verlo.

Ambas voltearon a fulminarme con la mirada. Sólo me encogí de hombros, En verdad no me importaba. Suspiré para dar el tema por terminado. Nadie dijo nada en todo el camino. Pase la mano por la bolsa de mi pantalón, no ilvidé mis cigarrillos, bien.

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Hola!

Bueno, si leiste esta primera parte, ojala no te haya parecio taaaan aburrida, sabes no tiene nada que ver con los fics de romance o asi, y me parece que hacen falta historias como esta en internet, algo que le quite la dulzura a todo lo que leemos. En fin ojala terimnes la siguiente segunda parte, gracias por leer, los quiero; xo.

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