FUEGO

57 9 2
                                    

Minutos después entramos en el estacionamiento del Hospital Psiquiatrico de Cambridge en donde se llevaran a cabo unas juntas o "sesiones" para gente con transtornos. Uau, vacaciones de verano, donde podria estar en el centro de la ciudad haciendo dinero y yo aquí, perdiendo el tiempo.

Estoy segura de que no estoy loca, pero creo que cualquier lugar es mejor que la casa de Carla.

Al llegar a la entrada la secretaria nos señaló una puerta con el letrero de "INICIO", dijo que solo las personas que tomaran la sesión podian entrar, así sería mas cómodo. Dannie se acercó y entro por la puerta y después yo.

Es una sala enorme, las paredes son la mitad blanca y la mitad verde pistache, hay tres filas de diez sillas de plástico en medio de la sala, a unos cinco metros hay un escritorio de madera oscura con varias carpetas encima y un lapiz. Hay mucho espacio vacío. En la esquna derecha hasta el fondo hay tres sillas de ruedas acomodadas en fila junto a la pared, en la otra esquina hay un juego de sofás. Al lado de la puerta hay tanques de oxigeno y varios de gas. Eso es muy peligroso, no se porque lo tienen en un lugar para "locos". Todo es extraño, pero se ve terriblemente cómodo.

Me aproximé a la última silla en la última fila, donde nadie me viera. Dannie se sentó junto a mí. Estaba a punto de sacar un cigarrillo cuando se abrió la puerta, un chico alto y delago entro, no dijo nada al sentarse, solo abrazo sus rodillas y empezó a mecerse sobre sus piernas, comenzó a hablar solo, apuntaba una cosa y otra con las manos, y nunca se bajó de su silla. Después la puerta volvió a abrirse, la primera persona que cruzó la puerta fue una chica alta y delgada, con cabello largo y dorado, luminoso, Y detrás de ella un chico igual de alto, rubio y delgado, muy parecidos. Una mujer muy elegante que parecía su madre llego detrás de ellos, a ella creo haberla visto en los noticieros alguna vez...

- Jane, Jared, vengan por aquí chicos.. - Dijo con toda dulzura y entrelazó su codo con el del chico, que parecia algo aturdido. "Mamá no me gusta este lugar" titubeo el muchacho haciendo pucheros, parecía que iba a llorar. La mujer le tomo la cara y le dijo que no iba a pasarle nada malo, que solo iba a tratar de hacer amigos. Después trató de entrelazar el otro codo con la rubia y esta se hizo para atrás.

- ¿Crees que no puedo hacerlo sola? No soy tonta.. Vamos Harry... - La chica furiosa entrelazo dedos con la tensión de la atmósfera que la rodeaba, caminó y se sentó a varias bancas de su hermano.

Por último entró un niño delgado, sus dedos se movían mucho, sus manos bailaban todo el tiempo, al sentarse con la ayuda de su madre, no dejaba de mover las piernas, y reacomodaba sus gafas a cada rato. Al salir su madre, el chico se levantó y fue a explorar el resto de la sala. No le tomamos mucha importancia. Segundos después un hombre alto y de espalda ancha, con pantalón de vestir y camisa azul cielo entro a la habitación.

- Buenos días a todos, yo soy el Doctor Finnigan, estaré con ustedes en esta primera sesión. Aquí trataremos de ayudarlos y entenderlos. - Sonrió con suficiencia. - Saben porque están aquí, verdad? - Nadie dijo nada. Lo único que se escuchaba era el eco que hacia la voz del chico delgado que no dejaba de mecerse en su silla. - Vamos no sean tímidos! Aquí todos somos amigos. - Dijo con una empalagosa actitud emocionada. Tal vez pueda llegar a cansarme. - Okay, ya que nadie es voluntario... Mmm... Tu eres...? - Me estaba mirando, me apunte a mi misma para saber si hablaba de mi, y el asintió.

- Abigail. - Dije con la voz profunda.

- Claro, Hola Abigail, vamos todos saluden a su nueva amiga - Nos estaba hablando como a unos bebes, este quien se cree? Ah pero claro nadie lo noto, y el resto del grupo parecía un coro al pronunciar las palabras "Hola Abigail", que enfermizo es esto.

La chica rubia le dijo a alguien a su lado que me saludara, y no era su hermano.. No era nadie. El Rubio tenía la sonrisa más grande que haya visto antes, se puso a aplaudir como foca entrenada y se levantó de su silla para saltar, no dejaba de pronunciar "Hola Abigail" todo el tiempo. - Y bueno Abigail, sabes porque estas aquí?

- Sí.

- Podrías contarnos? - Se recargó sobre una pierna en la esquina del escritorio, intentando parecer interesado.

- Vengo acompañando a mi prima Dannie. - No hay ni una gota de emoción en mis palabras. Perfecto. La sala comenzó a tener un olor raro.

- Tu expediente dice que tienes problemas con los medicamentos en dosis muy altas.

- Quien lo haya escrito quiere problemas conmigo.

- Pues creo que... - El hombre fue interrumpido por Jane, la chica rubia.

 - Señor, Harry me está pididendo que haga algo que yo no quiero hacer, y me da miedo. - La chica se puso a llorar desconsoladamente en el suelo, y Jared, muy enojado comenzó a golpear el piso al lado de Jane, "!Maldito¡ !Maldito¡ !Maldito¡" gritaba una y otra vez el rubio mientras la chica lloraba mucho. El Doctor sacó un Walkie Talkie del bolsillo de su pantalón y llamó a seguridad. Mientras tanto el chico delgado que entró después de nosotros empezó a decir que las líneas blancas del techo azul se estaban cayendo, estaba muy asustado y tomo su cabeza con sus dos manos para despues estirar su propio cabello, y Dannie tenía el ceño fruncido como yo, de pronto ella subió sus rodillas hasta su cara y se rodeó las piernas con los brazos, se sentía mal en ese momento, lo supe, y todo al mismo tiempo, y me empezé a sentir sedienta, y el Doctor salió a ver porque tardaban tanto los de seguridad, y me sentí mal por todos y saque un cigarrillo, y al abrir el encendedor todo se puso oscuro.

-----------------------

En una mañana gris y pálida en el condado de Cambridgeshire, el periódico fue lanzado a las casas con una noticia impactante en primera plana. El Hospital Psiquiátrico de Cambridge explotó durante la sesión matutina de un grupo nuevo, 32 muertos, entre ellos los hijos mellizos de la embajadora inglesa; Jane y Jared Pune, junto con 50 heridos. Las causas; Un niño de 9 años que sufría de un transtorno de ansiedad abrió varios cilíndros de gas, y este al tener contacto con el fuego del encendedor de una paciente provocó este terrible accidente.

En una casa a varios minutos del lago los enfermeros de un hospital psiquiátrico en Londres recogían a una mujer con problemas de ira.

En la casa de enfrente una madre lloraba desconsolada, y un hijo dogradicto se lamentaba por no haber llevado un paquete a su prima el mismo,  a su prima a la cual amaba desde hace mucho pero era incorrecto hacerlo, y nunca se lo dijo.

Y la sala de "INICIO" ya no existe.

-------------------

Hola!

Si llegaste hasta aquí, dime que te parecio :3 Muchas gracias por leerlo <3

BTW, escribí esta historia hace un tiempo para un proyecto en la escuela, no importaba de que tratara, solo tenían que participar personajes con enfermedades como adicción, depresión, esquizofrenia, bipolaridad, ira, ansiedad y paranoia. Al parecer les gustó, pues casi todas las historias tenían un final feliz y esta no, pero no se que le haya parecido a ustedes, diganme porfavor <3

Denuevo gracias, no tengo mucho escribiendo y no soy tan buena como muchas personas más, pero hago lo que puedo, gracias otra vez.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 25, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ACCIDENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora