La Pasión de Lio (Culminada)

Capítulo 1 - El sabor más dulce

He viajado por dos días. Para poder estar en la unión de mi hermano Cina, estoy agotado. Al llegar al castillo de los Pietatem; me sorprende un gran lobo blanco tallado en piedra en el techo de la cúpula de la entrada. Quedé deslumbrado por el trabajo del artista que debe de tener más de un siglo. mi contemplación fue interrumpida por un aroma a naranjas.

Un olor que he adorado toda mi vida, mis 223 años bien vividos, pero este aroma es distinto, tiene una compañía de pimienta que está haciendo que mi olfato se vuelva loco. A lo lejos veo un grupo de genaikas, mujeres de la realeza caminando por el jardín lateral del castillo, cuando escucho la voz de la Dulce Amara.

-Lio querido, seas bienvenido, ya todo está listo para tu arribo. Como te fue en el viaje y Evander- pregunto. ¿no pudo suspender su apretada agenda?. -Me miró como regañando a un cachorro que había comido pastel sin permiso. Si yo era sin duda un cachorro al lado de la reina de los Lobos de las tierras antiguas. Hay parada frente a mi no aparentando más de 50 años doblaba mi edad.

-Bueno, nadie más que tu sabrás las responsabilidades que tiene. Y Además creo que tiene una prohibición o algo así para esta ceremonia.

-¿Cómo, no te entiendo? Pregunto consternada Amara, mientras caminábamos por los corredores hasta las que serían mis habitaciones. En medio del pasillo me detuve, gire e inicie un camino por una ruta diferente, hasta llegar a un corredor donde había dos Romulianos apostados, cerrando el paso.

-Amara toco mi brazo para hacer presente su voz. ¿Lio que ocurre?

-¿Quién duerme en este pasillo? - pregunte mas como un gruñido

-Hijo por dios, no. No ahora.-

-¿Que? voltee a verla.-

 – Son las habitaciones de mis hijos Lio, ¿que ocurre?-

Doble mi cuerpo, colocando las palmas de las manos en mis rodillas y casi tartamudeando solté solo para los oídos de la Reina Amara. 

-Naranja, huele a naranja.-

-¡Ho¡, soltó la reina Amara, viéndome y comprendiendo algo que yo aún no entendía. Estas sintiendo el olor de Bellesandre Meurtriére, una Viridis, compañera de mi hija Fidelis.

-Levante el rostro y me encontré con la mirada de Amara y aunque ilógico ya que no sentí que nadie se aproximó vi los ojos más violetas a su lado, los del mismísimo Rey Bellum. 

-Es nuestra maldición solté, enderecé mi cuerpo y seguí a Bellum que me pidió telepáticamente que lo siguiera.-

-Porque es su maldición, lo dices por – 

Soltó Bellum, mientras abría las puertas de la que sería mi recamara.

-Si por mi padre, por Evander y ahora por ese aroma creo que caeré en el mismo abismo que los hombres de mi familia- 

-No sabía que Evander había encontrado a su Jubov.

-No es de mí revelar las cosas de mi hermano; pero si, la encontró hace varios años, ella era solo una niña y ahora es una Viridis tiene que esperar para saber si ella lo acepta. Aunque ha sido difícil.

-Me lo imagino, y te puedo dar un consejo Lio. – Claro Bellum, lo anime.

-Si es ella no presiones, los hombres siempre lo sabemos primero y ella no es cualquier viridis es una Wared y la hija de uno de mis hombres más leales y letales, Meurtriére me imagino que has oído hablar de él.