Capítulo 8 - Déjame

29 4 0
                                    

Pv. Bella

Veo como Lio se aleja de mi, en la sala del gimnasio. Cuando trato de agarrarlo se suelta de mis manos.

Mis ojos se aguan, veo a mi padre y el me abraza.

-Dale un minuto a tu Jubov y síguelo.

-Yo no soy así padre.

-Entonces no lo seas, pero tu Jubov estuvo a punto de matar a un hombre, no es momento de ser orgullosa ni desafiante.

Suelto a mi padre y salgo corriendo tras él. Lo rastreo hasta nuestro cuarto. Cuando entro, el me mira mientras tira de la puerta del baño con su poder. Lo veo y  esta desnudo y bañado.

-Lio

-Lio, nada Bell. Es por él, por él no me aceptaste la primera vez. Grita de forma ronca con una voz desgarradora, la cama se mueve un poco abriendo un espacio entre los dos. Sigue molesto lo veo desprender furia por cada poro de su cuerpo.

Cuando voy a responderle vuelvo a escucharlo. -Respondeme Bellisandre, gruñe mientras los vidrios de las ventanas se agrietan.

-Si, digo entre lagrimas. no puedo con su presión, con su mirada, con su decepción.

-Entonces lo savias, verdad. Pregunta. Sabias la primera vez que nos vimos que era tuyo y no te importo; por él.

-En ese momento no te conocía, y había hecho una promesa, dije mientras mis lagrimas cubrían mi rostro.

Vi como Lio tomaba sus rodillas y trataba de calmarse. - ¿Por que?

-Es mi amigo, tiene más de 150 años buscando a su Jubov, él siempre a estado para mi Lio. Yo jamas pensé en encontrarte.

Pv. Lio

No podía respirar, ella lo amaba a él. Solo estaba conmigo por el lazo de pareja, sentía como mil dagas atravesaban mi cuerpo. Mi Lobo solo quería la sangre de ese hombre.

-Quieres irte con él, le puse mi alma a sus pies. Vi como su cara cambio de color, trago tan fuerte que pude escuchar como su garganta se serraba.

-Déjame. Escuche con lamento en su voz

-Jamas, eres mía.

-Déjame amarte Lio, grito entre sus lagrimas. Alce mi rostro hasta estar frente a frente y la seguí escuchando.

-Déjame ser tu amiga, tu amante, déjame ser tu deseo, déjame ser la madre de tus cachorros, déjame ser la mejor parte de ti mi Jubov. Yo he nacido para amarte y desde la primera vez que me besaste mi corazón paso a ser tuyo Lio.

 Yo he nacido para amarte y desde la primera vez que me besaste mi corazón paso a ser tuyo Lio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Le tomo la cara entre mis manos y la beso, fue un beso pasional desgarrador baje a su cuello y la muerdo, sé que el lobo me domina mi conciencia esta desplazada a un segundo plano, Mía.

-Tuya mi lobo. Y siento sus dientes en mi clavícula. Enredo sus piernas a mi cintura y la cargo hasta tenernos en la cama, desgarro cada una de sus prendas con unas ligeras garras, ella huele a sexo a excitación una pasión desbordada cubre nuestros cuerpo la lamo y chupo su pecho como si estuviera famélico, siento sus uñas en mi piel y sin desenfreno entro en ella, sin miramientos, sin contemplación. El Lobo esta castigando a su compañera. Hasta que siento un quejido de mi Jubov, vuelvo en si y me detengo, aun dentro de ella para saber si esta bien cuando separo nuestros labios veo la linea de sangre que escurre por su clavicula hasta su hombro, en mi furia ni siquiera cerré la ultima marca, lo hago con calma, mientras siento que su cuerpo tiembla bajo el mio.

-Pregunto con miedo a escuchar su respuesta ¿Bell, Jubov. Estas Bien?

-Si, responde.

-Necesito que me mires a los ojos y me lo digas pequeña, estas bien. ¿Quieres que pare?

Veo, como sus hermosos ojos se abren y me miran, con calma sin miedo. Ella me besa el rostro con sus manos recorriendo mi espalda y ella es la que inicia el nuevo baile con su cuerpo, la ternura se apodera de nuestro acto, acabando en una explosión de los dos que se mantienen en una sinfonía perfecta..

-¿No estas molesta Bell? Fuy un poco rudo contigo hace un momento. Le pregunte mientras la tenia desnuda y abrazada a mi.

Ella se volteo para verme de forma fija.

-Lio, ¿Me consideras débil?

-No, Jubov

-¿Acaso no soy una Loba?

-No, Jubov. Ya esta viendo por donde venían estas preguntas 

-Entonces, por crees que no puedo con tu Lobo Jubov, se que no eras tu. Pero tranquilo puedo y me gusta estar con el Lobo, mi Loba lo agradece. Te amo Lio, y un poco de de la bestia no va a espantarme.

Pv. Bell

Era de noche cuando salimos de la recamara, ya era hora de decirle a mis padres que nos iríamos y lo más difícil que Luna se iría con nosotros.

No fue fácil, pero ambos lo entendieron, ya en el avión para Colombia, Lio me explico un poco el funcionamiento de la Hacienda y lo importante en la cadena de nuestra función como pareja de Princeps. Y que tendremos a un cachorro adolescente viviendo con nosotros, ya que era huérfano. 

Llegamos a la gran hacienda, un clima divino un olor a café, que impregnaba los alrededores y un joven corriendo a los brazos de Lio y deteniéndose a medio camino, viendo embobado a mi Luna.

El que gruño primero fue Lio. 

-Detente Deimon- 

Dijo en tono de Alfa, el chico movió su rostro como un cachorro molesto, parecía mas a un Lobo que a un humano y eso es raro en alguien tan joven.

-Papá, ¿quien es él?. Escuche a la pequeña Luna mientras no quitaba su mirada del joven frente a nosotros.

-Mía, gruño el chico.

Lio se acerco a Deimon. -Cálmate es una niña aun, no ha cambiado la vas a asustar-

-Mía, seguía gruñendo.

-Si tuya- escuche sorprendida a Lio afirmando y tome a mi pequeña Luna entre mis brazos.

-Tienes que ser su amigo y cuidarla hasta que ella te reconozca, si no puedes hacer eso me la llevare y no la volverás a ver hasta que ella crezca. Lo has entendido Deimon- Cerro diciendo Lio.

-Si, Alfa. Lo entiendo.

-Jubov, suelta a Luna. Lo escuche decir, no podía creerlo. 

Mi pequeña Luna ya tenia a su Jubov.



La Pasión de Lio (Culminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora