Ensueño (Adrinette-Oneshot)

ONESHOT

Volvía a mirarse una y otra vez en el espejo, acariciando su vestido blanco, recordándole las tantas veces que había soñado con ese momento que ahora viviría.

-¡Estás hermosa amiga!- exclamó la morena quien estaba llena de emoción por lo que acontecía.

Porque no era cosa de todos los días que tu amiga y su "Crush" contrajeran matrimonio.

-Gracias- dijo con una de sus dulces sonrisas -Wow, aún no creo que esto me esté pasando- expresó dejando escapar sin querer una lágrima provocada por la emoción.

-¡Ey! ¡No chilles!- dijo la morena secando alguna lágrima -Me harás chillar.

La azabache rio bajo ante el comentario.

-Es que esto es tan...no sé. Sé que mi sueño de adolescente enamorada era justo esto,, casarme con él... pero que suceda...hasta parece una página sacada de un cuento de hadas.

-¡Y lo es amiga!- exclamó apoyando su mano en el hombro de la fémina -Es tu cuento de hadas, ese que habías escrito desde que lo conociste. Todo esto que estás por vivir...lo tienes más que merecido, Marinette.- las palabras de la de lentes provocaron nuevamente que las lágrimas se hicieran presentes.

-Ahora sí voy a llorar- dijo mientras pasaba las yemas de su dedos por debajo de sus ojos, con cuidado de no arruinar el maquillaje.

-Arruinarás tu maquillaje- expresó divertida, momento justo en el que su celular vibró, anunciando la llamada de su novio -Es Nino- avisó a su amiga antes de contestar -¡Hola! ¿Ah sí? ¡Perfecto! Ahora mismo salgo. Besos. Ay, yo te amo más. Nos vemos - colgó.

-¿Cuándo piensas casarte también tú?- interrogó Marinette quien había estado atenta a la conversación.

Alya rio, negando con la cabeza -El día en que Nino por fin me lo pida- rodó los ojos con una sonrisa -Bien, debo irme, nos vemos en la iglesia, futura señora Agreste- dijo con una mirada acusadora y divertida a la vez.

-Sí, sí- rodó los ojos con una sonrisa mientras la morena abandonaba la sala. -Alya, Alya- dijo mirándose nuevamente en el espejo -¿Qué sería de mí sin esa chica? Y Tikki...- expresó con añoranza -Ay, Tikki, ojalá estuvieras aquí hoy...- miró aquel bolso, mismo en el que tanto tiempo había descansado la kwami carmesí.

Lo tomó, contemplándolo, recordando cada uno de los momentos vividos con ella. Se preguntaba si a Adrien le pasaba igual, si echaba de menos a aquel gato parlanchín. Sonrió al pensar en él, aquel gato tonto que tanto había rechazado, pensando en la ironía que aquello significaba.

-¿Marinette?- la mujer mayor se adentró a la habitación sacándola de sus pensamientos, emocionandose más de lo que ya estaba al verla vestida así -Estás... preciosa.

-Gracias mamá- dijo ella viendo a su progenitora.

Sabine no pudo evitar llorar, ubicándose al filo de la cama.

-¿Estás bien?- interrogó preocupada, sentándose al filo de la cama junto a su madre.

-Estoy perfectamente- secaba su llanto -Solo que... verte así, crecida, a punto de formar tu propia familia, es...- la azabache la abrazó, evitando lagrimear nuevamente.

-Mamá...- expresó con ternura.

Estuvieron así un momento, hasta que fueron interrumpidos por un carraspeo, obligándolas a separarse para ver al fortachón hombre parado en la puerta.

-Lamento tener que interrumpirlas, hermosas damas, pero ya se está haciendo tarde No querrán dejar al novio esperando...

Ambas mujeres se miraron y rieron, antes de levantarse junto al mayor.