Amor sin barreras - JackBum

Capítulo 7: Felices? Los cuatro

Mientras tanto, en el centro, JB ya había llegado al boliche donde Joaco y los amigos del club lo esperaban.

-"Eeey Bauti!"- lo saludó Joaquín cuando lo vio llegar. -"Ellos son Marcos y Juanchi, van conmigo al colegio y también están en el club, aunque no van al gym como nosotros"- le dijo mientras se levantaba la manga de la remera y mostraba sus músculos.

Jota había conocido a Juanchi en el quiosco de casualidad hacía semanas atrás. Juanchi evidentemente no se acordaba de él, porque no le había dado pelota. Era la primera vez que lo veía tan de cerca después de la frustrada "persecución" y todavía estaba celoso de que Bautista le robara a su querido Joaco.

Pero Jota sí se acordaba del "príncipe capricho" (esa misma noche se enteró que en el colegio así le decían a Juanchi).

Como era un poco temprano, se sentaron en una mesa y pidieron unos tragos. Mientras conversaban Juanchi no paraba de hacerle preguntas a JB intentando sonsacarle información. Aún así, Jota no le daba ningún hilo para tirar, no podía dejar que descubrieran que era de la villa. Marcos se limitaba a escuchar la conversación, y Joaco estaba acotando comentarios divertidos cada tanto.

De repente sonó una canción y Joaco se paró en la silla con emoción (le gustaba llamar la atención): -"Chicos, escuchen esta!"- dijo bailando encima de su asiento

"Y si con otro pasas el rato, vamo a ser feliz, vamo a ser feliz, felices los cuatro"

A Jota le pareció muy irónico que eran 4 y el único que parecía estar feliz era Joaco. Eso era lo que más le gustaba de el, su optimismo y su positividad (bueno, y su cuerpo perfecto). Se quedó un buen rato admirando los muslos de Joaco que quedaban justo a la altura de sus ojos.

"¿Te vas a quedar mirando la nada o vamos a la pista a bailar?" Le sonrió Marcos, que era callado pero amigable. Tomó su mano y se levantaron a bailar.

Los cuatro chicos estaban en la pista bailando muy entretenidos, parecía que el alcohol los había relajado un poco y a Joaco le alegró ver que sus amigos podían llevarse bien con JB.

Cuando empezaron a pasar cumbia, Jota se puso a bailar como loco. Estaba en su salsa, se notaba que era lo suyo y a Joaco le intrigaron sus movimientos. El rubio se empezó a pegar a él de manera juguetona.

"Esta noche yo juego con tu cola pa'lante y pa'tras porque está todo piola" 

decía la canción, y el dúo Joaquín-Bautista bailaba pegando sus cinturas. Juanchi los miró con rencor. Pese a que estaba borracho, no le hizo ninguna gracia ver a Joaco tan pegado con JB, del cual estaba seguro que era un villero y lo iba a probar a toda costa. Enojado como estaba, dio media vuelta y salió del boliche.

En su camino a la salida, pudo ver a Marcos muy ocupado bailando sensualmente con otra chica.

Una vez afuera, Juanchi cruzó la calle y fue a comprarse un café a la estación de servicio que había en frente. Su sorpresa fue tremenda: Encontró allí al chico de la villa al cual le había pegado una piña días atrás.

Resulta que el Bamba había estado siguiendo a Jota, y decidió esperarlo en la estación de servicio.

-"¿Qué hacés acá chetito?" - le dijo el Bamba desafiante

-"Vos que hacés acá, negro volvé a tu villa" contestó Juanchi, y atinó a pegarle un manotazo que, como estaba más borracho de lo que creía, lo hizo caer al suelo.

El Bamba, que le tenía una mezcla de odio y ganas al chico, lo tomó por debajo de los hombros y lo ayudó a levantarse.

-"Creo que tenemos que calmarnos" – Le dijo mientras lo sentaba en uno de los asientos del café de la estación de servicio. – "Te traigo agüita"- El Bamba era realmente muy atento, aún cuando el chico le había querido pegar de nuevo. Le hizo beber un vaso de agua.

Juanchi no entendía nada, se sentía mareado y sólo podía pensar en Bautista y Joaquín bailando pegados.