Decreto de una vida Solitaria.
Inesperado destino que se ha llevado a todos de mi lado. Vivo siempre entre terrible realidad de indudable soledad. Para colmo así me llamo. Soledad Hernández.
Soy una viuda rolliza, casi calva y dejada por el tiempo. Todos mis seres queridos han muerto en un accidente de avión. De tan solo acordarme me duele y me reprocho en cada momento de mí existir. Si tan solo no hubieran tomado ese vuelo desde Nueva York solo para venir a verme a Guadalajara ellos, seguirían vivos.
Estoy cansada de estar sola. No tener a nadie me tiene en shock. Visito a un terapeuta pero nada mejora. Bebo agua para casi diez de mis pastillas que debo administrarme para mi depresión profunda pero ni así me funciona. Dolores de cabeza intensos atacan mi mente. Temo que ya sufro de complejas alucinaciones y también escucho murmullos, podría jurar que es mi familia.
Quisiera ir donde ellos aguardan por mí pero, en verdad soy cobarde y amo estar aquí.
Ya no quiero más medicamentos, ya estoy cansada quiero que vuelvan pero es imposible. Ya están en otro lado. Ya no más. Ya no. Minalciprán para la depresión. Y la ansiedad aumenta cada día. A veces no sé qué es lo que me mantiene viva.
Estoy vacía, no me dan ganas de levantarme de la cama.
Esta soledad me está matando de poco en poco. Quisiera despertar un solo día decidida a hacer todo lo que nunca me he atrevido a hacer. Quisiera vivir.
Lo haré aparcare para siempre mi soledad. No más tristeza, no más medicamentos.
No más soledad. Ironico... Más bien, si a Soledad pues ese es mi nombre.
Desde ahora llamenme Sol. El sol nace cada día.
ESTÁS LEYENDO
Pensamientos Relativos
РазноеPoesía, textos sueltos y pensamientos perdidos, reescritos solo para existir. Palabras que se niegan a desaparecer como susurro lejano de viento entre las personas transeúntes de su propia vereda. Amantes fugitivos que buscan expresar un sentimient...