Capítulo 03.

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T r e s
“Centro comercial y películas”.

Estacionó frente a ese enorme centro comercial “O’ Place”.  Siempre veníamos aquí, y aún así me sigue asombrando su tamaño.  Había más de cuatro pisos, y más de 200 tiendas para ver.

Sería complicado.

—Atención Becca. Tienes que elegir con cuidado lo que te pondrás. No sabes cómo son los chicos en esas fiestas —me advierte. Sonreí ante su intento de parecer mi padre.  Además de que sonó un poco gay en ese tono.

—Ay Liam. No te preocupes —sonreí, tratando de tranquilizarlo. La primera tienda  era Rachel’s, una tienda llena de ropa para mujeres.  —Entremos aquí.

—Ni sueñes que entraré aquí —dice. Mira  a través del vidrio y sonrió. — ¿Sabes qué? Mejor entremos.

Tomó mi mano y me obligo a entrar.  Había desde shorts que hacían lucir bien, hasta vestidos ajustados. Tomé unos shorts negros algo desgastados y los metí dentro de un canasto que había ahí. Volteé para mirar a Liam, y el estaba hablando con unas chicas. Decidí no entrometerme y seguir con lo mío. Caminé hasta los vestidos y tomé el más bonito de ahí: uno negro con brillos en la parte de arriba. Pasé hasta las camisas, había una gran variedad, pero me centré en una: Era sin mangas, roja y con algunos botones y decoraciones que se ataba abajo, en la cintura. También la metí al canasto.

Era hora de probarme todo y Liam no estaba  del todo disponible. Sí, seguía con esas tres chicas. Me dieron el número del probador y entré. Empecé a probarme las prendas. Y terminé llevando todo. Me acerqué a la caja y pagué todo. Sí, yo sola. Busqué a Liam con la mirada, y caminé hasta a él.

—Te espero esta noche, bombón —dice la chica seductora, y le dio un papelito.

—Hola Becca. ¿Encontraste algo? —me preguntó. Levanté las bolsas para que pudiera verlas y el sonrió. —Oh, lamento no haberte ayudado.

—No te preocupes —sonreí. Caminé hasta afuera, y subí de nuevo a su auto. Estacionó frente a “Dez Player”. Un lugar donde venimos normalmente todos los domingos.

— ¿Qué hacemos aquí? —reí.

—Necesitaba jugar, además, te debo una disculpa por pasármela con chicas cuando te prometí otra cosa —sonrió. Solo solté una sonrisa, entré al lugar y nos dirigimos hasta donde nos darían las fichas.

—Treinta fichas —pidió. Wow, son muchas.

—Quince dólares, muchacho —dijo el hombre.

Él le dio el dinero, y nos entregaron las fichas. Me sonrió, y me llevó hasta el juego que más nos encantaba: “Die Zombies”. Era algo varonil para una chica, pero a mí me encantaba. Tomé el arma de juguete mientras Liam metía las fichas. Apretó el botón rojo que parpadeaba y tomó su arma para empezar el juego.

La voz del robot comenzó con un “MUERAN ZOMBIES” y comencé a disparar. El juego termino soltando diez tickets. Sonreí cuando los tome y se los refregué en la cara de Liam. El solo rió. Caminamos hasta otro juego, y así hasta ganar hasta cincuenta tickets.

—Ciento treinta más y nos podemos llevar aquel panda que tanto soñamos —me señalo aquel oso de peluche que tanto quería desde hace unos meses. Costaba 280 tickets. Cada vez que veníamos guardábamos lo que ganábamos para aquel panda.

El sería mío.

—Mira la hora que es, hoy es miércoles Becca —me sonrió.

Miércoles, día de películas.

—Espero que hayas seleccionado una buena, Payne —dije con una voz grave, amenazándolo.

—Como siempre, Brooks. Ahora, encaminemos hasta tu casa y andando —dijo con mi misma voz grave y nos fuimos hasta su auto.

Condujo hasta su casa, y estacionó su auto en mi garaje. Bajé las bolsas y entramos por la puerta trasera, mamá estaba en la cocina hablando con la mamá de Liam, así que estarían bastante ocupadas. Subimos hasta mi cuarto, y deje las bolsas sobre mi escritorio. Liam se desató sus cordones, retiró sus zapatillas, y se acostó.

— ¿Ya pusiste la película? —pregunté riendo, mientras repetía lo mismo que hizo Liam.

—Brooks, me ofende esa pregunta —tomó el control remoto y la entrada clásica de “Pixar” apareció. Reí. No puedo creer que eligió esta película.

—Dime que no es enserio —dije cuando apareció en la pantalla el gran cartel de TOY STORY.

El solamente se acomodó mejor con una sonrisa, y me miró.

—Por supuesto que elegí esta película —me guiño un ojo. Me acomodé a su lado, y me dispuse a ver la película. Cerré mis ojos, me estaba aburriendo. Ya es la décima octava vez que la veo, y me aburre demasiado. No tengo ningún problema contra Woody, o Buzz, o el señor cara de papa. De hecho, adoro al señor cara de papa, me encanta. El problema es que ya he visto esta película cada dos semanas.

—Becca, despierta —me dicen mientras me sacuden. Abrí mis ojos, y me encontré con los ojos marrón chocolate de Liam. El sonrió, robándome una sonrisa a mí también. Noté que ya había sol afuera, ¿Cuánto dormí?

— ¿Qué hora es? —pregunté sentándome en la cama. Liam tenía una toalla en su cintura, se había dado un baño.

—Las seis y treinta. Dormiste bastante, perezosa —rió. Me levanté de la cama, y giré dos veces mi cabeza, estirando mi cuello.

Caminé hasta el mueble de las toallas y tomé dos. Miré a Liam, y me miraba fijamente, quería que me fuera para poder dormir.

— ¿Dormiste aquí? —le pregunté.

—No, solamente anoche fui a mi casa, salude a mi madre y volví —dijo con sarcasmo. Noté que no tenía otra ropa que la de ayer.

—Metete tu sarcasmo por tu… nariz, ¿sabes? —le dije riendo y entre a mi baño.

Abrí la regadera y me quité la ropa de ayer. Relaje mi cuerpo debajo del agua, y al cabo de diez minutos salí de ahí. Cepillé mi cabello, y lavé mis dientes. Liam no estaba en la habitación, así que me vestí aún relajada. Con la toalla secaba mi cabello, mientras bajaba por las escaleras. Había olor a panqueques, y eso era raro. A mamá no le gusta cocinar.

— ¿Mamá? —pregunté.

—Aquí, mi pequeña —dijo una voz muy afeminada, pero no era mi madre. Reí al saber que era Liam.

— ¿Qué haces Payne? —le pregunté mientras me sentaba en una banqueta, al frente del desayunador.

—Tu desayuno, preciosa —me coloco un plato con dos panqueques enfrente de mí. Me pasé el cabello por detrás de mis hombros y comencé a comer junto a Liam.

— ¿Y mi madre? —le preguntó. El levanta la vista y comiendo me dice.

—Egfstdsa tragsrbasfgndifgo —dijo rápido.

Levanté una ceja, y el tragó

—Está trabajando —dijo.

Reí. Podría ser un cavernicola de la época de Pedro Picapiedra.

Al terminar todo, subimos en su auto y condujo hasta el colegio. Al llegar, todos miraban a Liam. No era nada nuevo, Liam formaba parte de los “populares” y aún así está con esta… patata. Sí, esa patata soy yo. Digamos que bastantes personas me conocen, no soy muy timída, pero no tengo la popularidad de mi mejor amigo. Besé su mejilla y me diriguí hasta el salón de Matématicas. Genial con la profesora Ángeles, la adoro es la mejor. Notese el sarcasmo.

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Disculpen esta basura. No sabía como hacer que salieran las palabras (?okno. Prometo actualizar más seguido, LO JURO. Gracias por llegar hasta aquí, y no te olvides de darle votito, me harías muy feliz :) las amo

Just A Friends? || Liam Payne ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora