¿Conoces a Adrien Agreste? || AU -MLB || Adrinette

IV- BUENAS ENSEÑANZAS

Arte:oyuin.tumblr.com


DISCLAIMER:Miraculous Ladybug no es de mi propiedad, así como el arte utilizada en portada y capítulos. La historia es una adaptación de la película "¿Conoces a Joe Black? ", lo desarrollado si es de mi autoria. 

  La relación entre Tom y la muerte había ido bien con el paso de los días. El hombre le contaba anécdotas de su juventud, los miles de recuerdos que albergaba en su corazón y le remontaban a épocas que había gozado en compañía de gente que tristemente ya no estaba más.  Aquello hacía sentir incómodo a 'Adrien', como si descubriera que lo que hacía no era bueno después de todo.

     ─Si tanto la amabas ¿por qué la has dejado ir?

      ─Tú mejor que yo debes saber que aquello no queda en mis manos,  cuando alguien enferma de tal gravedad, hasta la esperanza escapa de tu ser.

     ─La esperanza es lo último que muere─Mencionó el rubio.

Tom se dejó caer en la silla de su oficina y agotado como sólo él, repasó al rubio que yacía de pie frente a su escritorioenfundado en un elegante traje.

     ─Conocí a Sabine en mi juventud, ella salía con uno de mis mejores amigos, él falleció en un accidente automovilístico.

     ─Gabriel Agreste...─ meditó el muchacho.

     ─Tú debes saberlo mejor que yo. Luego del suceso Sabine cayó en una tremenda depresión, no comía, no salía, incluso parecía que había olvidado cómo hablar. Yo creí que la mejor manera de honrar a mi amigo era lograr que el amor de su vida pudiera superar tremendo bache, sin embargo el salir con ella, volver a ver su sonrisa... Me enamoré de Sabine en el verano del siguiente año, cuando comprendí que nos unía más que el cariño a alguien que ya no estaba con nosotros.

     ─No sabía que había pasado aquello luego de llevarme de la nada la vida del rubio─Le soltó 'Adrien' mientras analizaba los cuadros del lugar.

Era extraño. Se sentía como un niño pequeño descubriendo un nuevo mundo, explorando millones de posibilidades en cada uno de sus mínimos actos. La cantidad de escenarios que sin más se exponían frente a sus ojos le dejaban verdaderamente deslumbrado y con ansia y deseo de cada vez poder vivir más y más.

La muerte queriendo vivir, JÁ!
La apreciación al arte, a la vida misma y todo lo que rodeaba su forma terrenal era como un bálsamo a cualquier mal que hubiese padecido antes, sin embargo también resultaban ser dagas calientes que fundían todo dentro de él, como el cruel recordatorio de que su existencia era la que terminaba con todo aquello que recién descubría y de lo que aparentemente se enamoraba.

     ─¿No crees que es hermoso?─Le cuestionó el hombre mientras no dejaba de mirar la fotografía de su mujer y sus pequeñas hijas en el porta retratos en su escritorio ─ Es decir, tú que has vivido para llevar, para quitarnos a nosotros los mundanos aquello que quizá no nos merecemos.  Aquello que amamos y que se va con sólo cerra los ojos.

Aún con total seriedad en su rostro, a Adrien le asustó sentir lágrimas escurrir por sus mejillas, miró con impresión a Tom quien no hizo más que una mueca de angustia.

     ─¿Qué es amar?─Preguntó el joven con la voz quebrada.

     ─Me temo mi buen amigo... que eso no te lo puedo enseñar yo.

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Aunque  confundido, el rubio andaba por la mansión intentando descifrar los enigmas que Tom no podía enseñarle, contemplando el arte que yacía colgado en las paredes de los pasillos, la naturaleza que adornaba éstos y el sin fin de energías que inundaban el sitio.

No fue sino hasta que escuchó un dulce tararear que se decidió por cortar su camino y dirigirse hacía donde el dulce ruido provenía...

You're just too good to be trueI can't take my eyes off youY ou'd be like heaven to touch I wanna hold you so much At long last love has arrived And I thank God I'm alive You're just too good to be true Can't take my eyes off you ... 

El pincel de Marinette parecía moverse con la lentitud de la letra de aquella romántica canción, sonreía mientras repasaba una y otra vez la pintura verde sobre el lienzo poroso.  Se alejó entonces del caballete y contempló lo  que tenía hasta entonces. Una profunda mirada verde con un brillo único. Suspiró pesado y aflojó los músculos haciendo círculos con sus muñecas.

     ─¿Quién es?─preguntó 'Adrien' a su espalda, la chica giró pegando un brinquito y su mano a su pecho.

     ─Me has asustado─Le recriminó ella, el rubio sonrió.

     ─Supongo que aparecer por sorpresa es mi especialidad...

     ─Sí, tienes cara de eso─le dijo ella sonriendo también─ Yo he... terminado con Claude─ le soltó perdida en su mirada.

     ─Oye eso está perfecto, me alegro mucho por ti─ felicitó con una sonrisa sincera en su rostro, una que se borró en cuanto la azabache estrelló su palma contra la mejilla masculina.

      ─¿Por qué demonios actúas de esa manera─jadeó─¿Por qué aparentas que no me conoces?.

El muchacho le miró incomprensible, se acercó a sujetándole por la nuca para finalmente unir sus labios en un duro beso. Repasando su lengua sobre el labio inferior de ella  en la espera de reconocer su sabor. Los músculos de la mujer se relajaron aún más colgándose del cuello del apuesto hombre quien necesitado se apegaba cada vez más a ella. Los mechones rubios que ella jaloneaba con fiereza  se pintaban de verde hasta que exhaustos se alejaron y él rubio sonrió sobre sus rosáceos labios.

     ─Lo lamento.  

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Claude removía con elegancia el trago que llevaba en la mano mientras Félix permanecía sentado en el sillón del otro lado de la mesilla.

     ─Ahora que Marinette ha terminado su relación conmigo necesitamos buscar otra manera de apropiarnos de la empresa─ musitó el castaño a su acompañante.

     ─Claude, amigo no creo que sea muy buena idea, es decir sé que ha sido tu plan todos estos años, pero no creo que sea ya un buen momento para hacerlo.

     ─¿De qué hablas? El viejo de Tom está a nada de marcharse al otro mundo, si sus hijas se casan su empresa pasara a manos de sus yernos, no de unas mocosas caprichosas que apenas pueden controlar su vida.

     ─¡Hey, es de mi esposa de quien hablas! ─protestó Félix, acto seguido bebió de su whisky ─ Vamos, con lo apegado que está con el tipejo ese, el tal Agreste. Seguro llegó aquí sólo para convencerle de que le deje todo a él. Lo adora, es como si le debiera la vida y Tom cegado no dudes que le dará lo que quiera.

El semblante serio y molesto de Claude cambió por una sonrisa siniestra que hizo incluso sentir escalofríos a Félix.

     ─ Acabaremos con Tom Dupain cueste lo que cueste.