Él raro de nuevo [#FnafhsReverse]

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Era un día tranquilo para Bon, iba caminando hacia su colegio pero no se percató que había entrado a la zona de los Nightmare's.

-Danos el dinero mocoso -decía Onnie, el líder de la banda.

-Lo siento no traje hoy, quizá mañana

-Ah mañana, si, estará bien -habló con sarcasmo- crees que soy idiota?! Joy! Encargate de él -tiró al chico al piso.

-Agh, ven Springtrap, ayúdame con esto -dijo de mala gana la rubia.

Ambos chicos cogieron al peliazul por los brazos y lo llevaron a su guarida.

-Creo que ya sabes que hacer -tenía una expresión de picardía que llamó la atención de Bon. Después de decir aquello se retiró del cuarto del chico de cabello ocre.

El oji verde estaba asustado, pues claro, quien no lo estaría si te quedases sólo con un hombre que no irradia confianza.

-Vamos a jugar, pequeño -Springtrap empezó a sacarse su pañueleta.

-Por favor dejame ir y les pago todo mañana -rogaba el de diadema con miedo en sus palabras.

-Creo que eso debiste hacer mucho antes, pero no te preocupes -sonrió levemente- estoy seguro que tu también lo disfrutarás.

En esos momentos quería que su príncipe morado apareciese y lo defendiera de cualquier peligro. Pero esto no es un cuento de hadas.

-He chico, será mejor que hagas todo lo que te diga sino vendrá Deuz y el no tendrá compasión contigo. Aclaradas las cosas, sacate tu camisa y siéntate en mis piernas ¿Si? No quiero dañar ese cuerpazo.

Su miedo aumentaba mucho mas, siguió las órdenes del mayor y empezó con sacarse el moño, su camisa y por ultimo la playera que siempre llevaba abajo.

Se acercó a Springtrap y se sentó en sus piernas.

-Bien hecho enano, ahora mueve tus caderas de atrás hacia adelante varias veces ¿Ok? Mientras yo reviso la mercancía jeje -el oji gris empezó a besar el cuello del menor y una que otra vez mordía o dejaba chupetones.

Bon no evitaba gemir al contacto de Springtrap, aunque sentía placer ya quería que todo esto sólo fuera una pesadilla y vaya que si lo fuese quisiera despertar pronto.

                              «…»

Salía de aquel lugar de sus pesadillas, con sus mejillas húmedas por el anterior llanto.
Se sentía sucio, le dolía todo. De tantas personas en el mundo ¿Por qué a él? ¿Qué de malo hizo para merecer semejante castigo?

Hoy había aprendido una importante lección, en el mundo no existía gente buena, sólo gente con caretas.

Caminó sin rumbo por las oscuras calles, viendo la luna que le recordaba aquel momento donde el y su maestro habían sido golpeados por una banda llamada los olvidados, esa noche ambos descansaron en el parque que era tan especial para los conejos.

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