La verdad es esencial en la vida, en las relaciones, en lo que hacemos a diario. Para Fernando Chumaceiro la verdad es esencial en el hombre.
Perseguimos la vedad, buscamos la verdad y pareciera que ella se esconde. Y al encontrarla nos impacta, nos paraliza pero comprendemos que es lo mejor y la debemos mostrar. Fernando Chumaceiro la describe muy bien en el entorno político "El miedo a la verdad, es la causa de la frustración y el desengaño que afecta a nuestro sistema democrático." En nombre de la verdad se ocultan cosas, se toman decisiones equivocadas, se ejerce una actitud frente a las personas que esperan de quien las dirige verdad traducida en honestidad, en carácter, en nobleza, en capacidad de actuar con claridad.
Pero la verdad es relativa a quien la ejerce:
"Nada más alejado de la auténtica esencia del hombre que esta creencia de que la gente le teme a la verdad y de que, quien desee merecer el apoyo de las grandes mayorías debe erradicar la verdad de su discurso"
La esencia del hombre es la verdad
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Sin máscaras
Vemos a diario palabras atropelladas por las acciones de hombres y mujeres que en nombre de la verdad, sus acciones incoherentes son reveladas. Estamos hechos para la verdad, fuimos creados por la verdad y en la libertad. Y conocemos a la persona a través de sus palabras hechas acciones, y de esto tenemos ejemplos en la historia, Nelson Mandela, Ghandi, Teresa de Calcuta y otros.
"La libertad está en la esencia del ser humano.
Y continúa Fernando Chumaceiro:
"La verdad se convierte entonces en la bisagra de una puerta que abre en dos direcciones, una que conduce a la moral y otra a la política. El derecho a la verdad forma parte de la estructura ontológica de la persona."
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Fernando Chumaceiro
Deseamos la verdad de palabra y acción en una Venezuela que está cansada y desesperanzada por ejemplos de no verdad, o como dice Fernando Chumaceiro:
"Aquellos dirigentes que no le dicen la verdad al pueblo no solo incumplen su deber, sino que además, violan el derecho que tienen todos de conocer a verdad."
Palabras de un hombre que conoce la verdad porque la comprende como inherente del ser humano:
"Es posible que no sea lo que la gente desea oír, pero el pueblo sabe que aquél que pone la verdad por delante de sus acciones, es un hombre confiable. Puede equivocarse, puede cometer errores, pero es confiable, porque actúa sin ánimo de engañar a nadie."
