Lunes, odio los lunes, los odio con toda mi alma aunque supongo que no soy el único. Me levanté lentamente de mi cama, me vestí y bajé al comedor a desayunar; allí estaba mi madre leyendo el periódico y cuando notó mi presencia me dió unos buenos días y un beso en la mejilla, uff como odio que haga eso. Si, lo sé soy un exagerado. Cuando terminé de desayunar cojí mi mochila y me despedí de mi madre, me puse a caminar hacía el instituto (que, por cierto, estaba un poquito lejos de mi casa pero de todas formas a mi me gusta caminar y pensar en mis cosas mientras lo hago). En el instituto no es que sea de los más "populares", de hecho creo que soy todo lo contrario, nadie se dirije a mi si no es para preguntarme los deberes o cosas sobre un exámen y yo trato de ser lo más amable que puedo para ver si alguien me "acoje" en su grupo para no estar solo en la hora del almuerzo, pero creo que eso va a ser difícil ya que todos tienen sus perfectos grupitos montados y yo, como siempre, no tengo a nadie. No soy bueno haciendo amigos porque soy muy tímido y si no tengo mucha confianza con alguien solo me limito a sonreir y a hacer algún breve comentario para que sepan que estoy prestando atención y que me interesa lo que dicen pero que no me atrevo a decir algo más por miedo a ser juzgado, soy raro, lo sé, me asusta mucho expresar mis opiniones porque me da miedo que alguien me diga: Que dices?! Esto no tiene ni pies ni cabeza o algo parecido, por eso prefiero estar callado y poner una sonrisa en mi cara, obviamente falsa.
Estaba tan distraido pensando en estas cosas que no me dí cuenta cuando llegé al instituto, el gran reloj que adornaba la pared marcaba las 7:45, justo a tiempo, siempre me ha gustado llegar más pronto que la mayoría de mis compañeros, que llegan casi todos al haber sonado ya el timbre que indica que las clases empiezan. Me dirijí hacía la clase de matemáticas, es la asignatura que más odio de todas y encima nos la ponen un lunes a primera hora, A PRIMERA HORA! A que ser humano se le ocurrió esta "brillante idea", sé que he dicho que saco muy buenas notas en todas las asignaturas pero eso no significa que no pueda odiar las mates con toda mi alma. Hace un cuarto de hora que estoy sentado en esta silla cuando veo que mis compañeros empiezan a entrar dentro del aula armando un gran escándalo, unos se tiran aviones de papel ( por favor, que tienen 17 años y parece que tuvieran 5), otros entran riendo y hablando más fuerte de lo que se considera un tono de voz normal... Todo sige así hasta que el profesor Andrews hace acto de presencia, y no está solo, a su lado un chico de pelo castaño, ojos azules preciosos y de baja estatura, mira tímido y ruborizado a su alrededor. El señor Andrews se aclara la garganta y dice: Chicos y chicas, este chico es el nuevo alumno que ha venido desde Australia. Louis, ¿porqué no te presentas?
El chico se ruboriza aún más y nervioso dice: Hola, me llamo Louis Tomlinson, tengo 18 años y vengo de Australia aunque nací aqui, en Inglaterra. - baja la cabeza y espera a que el profesor diga algo.
Bueno, tenemos que empezar la clase, así que, Louis - lo llama y el chico sube la cabeza escuchando atento - hay un sitio libre al lado de Harry, podrías sentrarte allí - veo que Louis asiente y busca con la mirada el único sitio libre, lo encuentra y empieza a caminar hacia mi.
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Hasta aqui el primer capítulo, espero que os haya gustado :3 sé que no es muy largo pero intentaré hacer los otros un poco más extensos.
No sé cuando subiré el próximo capítulo, supongo que lo más pronto posible.
Nos leemos en el próximo, adiós :).