Jake Bouchard

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Jake

Jake es un chico a quien no le importa disimular su rudeza y altivez mientras camina, pero en este momento ni siquiera se toma la molestia de mirar a las personas que están a su alrededor, eso no significa que odie a todo mundo, sino que tiene algo en mente que lo mantiene muy ocupado.

El ambiente es demasiado fresco, son por lo menos las 6 de la tarde y la gélida brisa comienza. Jake no se queja del clima, está acostumbrado pues su vestimenta de jeans negros, camiseta gris y una hoodie negra no cambia más que de tonalidades, según él, así pasa desapercibido.

Durante todo su trayecto no logró estarse tranquilo, una corazonada no lo dejaba, por primera vez en todo el tiempo que llevaba "trabajando" sentía nervios, se detuvo en repetidas ocasiones revisando la mercancía de manera discreta y en cada ocasión exclamaba: -Todo está en su lugar- y después de suspirar, se echaba la mochila a su espalda y seguía su camino.

Casi al llegar a su destino, revisó una última vez y ocultó detrás de él su pequeña arma k40 y avanzó.

Una vez ya en su destino, Jake podía observar que se trataba del Puerto en donde solo había un bar y un Supermercado, trató de buscar a su cliente con la mirada pero no lo lograba localizar hasta que una mano toco su hombro, por instinto volteó alarmado, era su cliente.

Un hombre alto y de porte, un poco canoso, vestido de traje y zapato de charol, llevaba un maletín discreto en su mano izquierda.

-Eh de suponer que tú traes mi mercancía- Su voz grave sobresaltó a Jake, este solo asintió. Por alguna extraña razón su aire de firmeza había quedado atrás este día.

-Vayamos a un lugar más discreto, no creo que cerca de un bar sea lo más adecuado para este tipo de negocios – Jake sugirió, y dio vuelta dándole la espalda haciendo un ademan para que lo siguiera.

Caminaron hasta donde la gente del bar ya no los volteaban a ver o porque estaban concentrados en lo suyo o por estar más que ebrios.

-Si no es tanta molestia, niño, tengo prisa. – El hombre habló fuerte y claro, mostrando ciertos signos de molestia.

-Donovan, ya sabes cómo se maneja esto – Jake extendió el brazo y enseguida la mano.- Primero el dinero, y luego tu mercancía.

-Jake, necesito la mercancía primero, ¿Cómo te daré el dinero sin antes revisar que todo esté en orden? .- El hombre cual nombre ahora sabemos, Donovan, se acercó, Jake por instinto echo un paso atrás y algo lo detuvo, o más bien alguien, lo tenían acorralado.

- Donovan, dile a tu hombre que no hay necesidad de hacer esto, sabes cómo funcionan las cosas o ¿Acaso me quieres engañar?, sabes muy bien con quien te estas metiendo, no te conviene hacer esto.- Jake había dejado los nervios detrás, no podía tartamudear en una situación como esta y por supuesto, necesitaba todos sus sentidos ahí.

-Por las buenas o por las malas- Donovan amenazó a lo que el Joven solo respondió.- Entonces no hay negocio.

El hombre alto y fuerte chasqueo los dedos, y caminó hacia atrás sin dejar de verlo, Jake volteó inmediatamente para proteger su mochila, demasiado tarde, el otro sujeto de aspecto un poco más joven que Donovan pero mayor que Jake, le zafó la mochila de un jalón, haciéndolo caer, lanzó a su jefe la mochila y le apuntó con un arma a Jake

-Te lo advertí , será por las malas, acaba con el- Donovan se dio la vuelta y camino rumbo al bar.

Jake y el otro sujeto se miraron.

-Te dejaré vivo con la condición de que te quedes quieto- El sujeto con el arma propuso sin vacilar – no me gusta acabar con gente menor a mí.

-De acuerdo, no me moveré-Jake debía tener algo en mente, nunca actúa sin pensar o tener al menos algún plan

El sujeto disparó al aire, lo miro asintiendo y se dio vuelta. Enseguida jake se levantó despacio, preparó su arma- Se te olvidó la regla número uno para ganar- El sujeto volteó alarmado- nunca perdones.- disparó a una de sus piernas, haciéndolo caer. Donovan volteó al escuchar el segundo disparo, aún no llegaba al bar así que se detuvo y sacó su arma.

Jake tenía que recuperar su mercancía a como diera lugar.

-¡DONOVAN! No dudaré en disparar si no me das el dinero- Habló lo suficientemente fuerte para que su voz sobrepasara el bullicio del Bar y de las olas que pegaban en el puerto. Comenzó a dar pasos lentos hacia él.

-Jake, Jake, Jake, no aprendes ¿verdad? .Son negocios sucios, debes ser más astuto que justo.- Donovan preparó su arma y apuntó a él con su mano libre.

-Dispara si de verdad tienes el valor-Se detuvo, y jugándose la vida lo retó

Existían al menos unos 20 metros entre ellos, y como si fuera una escena del viejo oeste ambos tenían preparadas sus armas. Ambos a punto de tirar del gatillo escucharon un grito, no cualquier grito, uno agudo, sobrio, lastimoso. Una chica los estaba observando.