batalla de las bandas

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Al estar en casa, Adagio buscó por todos lados la fortuna. Cuando la encontró, la leyó con atención he inmediatamente llamó a Sunset por teléfono.

-¿la encontraste?- preguntó la "pelirroja" apenas contestó la llamada.

-sí. Dice algo sobre el amor sincero.

-¿tenemos que amarnos?- preguntó.

-así parece...- se quedaron un rato en silencio -¿ya estás amándome...?

-sí, ¿y tú?

-lo mismo, pero no pasa nada. Yo sigo en tu cuerpo y tú en el mío- dijo Adagio.

-esto es terrible...- Sunset comenzó a sollozar.

-tranquila, sé que este día es de locos, pero lograremos recuperar nuestros cuerpos- la consoló Adagio.

-o-okay...

-por cierto, ahora mismo tienes que ir al bar Pink Slip y pedirle a mi jefe que te de la noche...

-libre. Lo sé.

-recuerda que todo estará bien, ¿okay?

-claro...- Sunset cortó la llamada.

•••

El momento había llegado. La batalla de bandas que todos ansiaban.
Unas diez bandas aproximadamente habían tocado en el escenario. Cuando Trixie y las Ilusiones terminaron de tocar su canción, llegó el turno de las Rainbooms.
Adagio estaba entrando en pánico. No tenía ni la menor idea de cómo tocar una guitarra.

-le presentamos a... ¡las Rainbooms!- presentó la directora Celestia hablando por el micrófono.

Pinkie Pie golpeó tres veces los palillos que usaba para tocar la batería, dando comienzo a Take Me Away, la canción que cantarían.
Sunset observaba a Adagio desde el público, la desesperación creció en ella al ver que no hacía nada.

-¡toca o te mato!- exclamó sin importarle que las personas de al lado suyo la oyeran -¡ahh!- trató de ir lo más rápido posible al salón de música en busca de una guitarra.

-on and on and on and on- entonaba Twilight. En esa parte de la canción se volteó a ver a Adagio, ya que debían cantarla juntas.

Adagio trató de tocar la guitarra, pero sólo consiguió desafinar de una manera horrible.
Intentó irse detrás del telón, ya que moría de miedo. Pinkie Pie la fulminó con la mirada, por lo cual volvió a donde estaba antes.
A mitad de la canción, Adagio fue detrás del telón, y al ver a Sunset habló.

-¡es horrible! ¡Ni siquiera sé hacer esto!- exclamó llevando sus manos a la cabeza.

-tranquila Adagio- Sunset sostenía una guitarra color azul en sus manos -no me digas que nunca fuiste a un concierto de rock.

-sólo a uno de los Stones.

-bien, entonces actúa igual que Keith.

-igual que Keith...- repitió.

-¡Richards, Adagio!

-okay...- estaba a punto de regresar al escenario, pero volteó de golpe -o sea, ¡¿como borracha?!

-sí. Ahora ve y has tu solo- empujó a Adagio para que ésta regresara al escenario de una vez.

La "pelinaranja" miraba desesperada por todos lados. Trató de mantener la calma y hacer su papel.
Se paró enfrente de un micrófono he hizo unos movimientos, simulando que tocaba la guitarra.

-take me away, away, away, away, away- cantaba Twilight. De vez en cuando miraba de reojo a Adagio.

De pronto, un perfecto solo de guitarra comenzó a escucharse en el lugar, haciendo que el público gritara y aplaudiera de la emoción.
Adagio miró su guitarra, pero luego volteó a ver a Sunset impresionada, en verdad tenía un gran talento para eso.
Miró al público esbozando una sonrisa en sus labios, comenzando a hacer movimientos de guitarra con más ganas. Pegaba unos pequeños saltos de la emoción.

Y después de todo eso, la canción llegó a su final.
Adagio quería abrazar a Sunset, pero ésta se había ido antes de que las Rainbooms cruzaran el gran telón color rojo.

Pero aún no acababa.
Ese era el momento en dónde las Dazzlings darían su presentación. Pero Sunset sí sabía cantar, por lo que no hubo problemas.

-¿qué cantaremos?- preguntó Sunset.

-Havana- contestó Aria -¿segura que estás bien hoy? Parece que tienes amnesia o algo parecido...

-no, es sólo que... hoy no me siento yo...- contestó nerviosa.

-sé que estás estresada, como todas. Pero aunque salga mal te seguiremos queriendo, y luego nos reíremos de esto- le dijo la pelimorada.

Sunset asintió.

La presentación de las Dazzlings no estuvo tan mal como creía. De hecho, cantó bastante bien y tanto el público como ellas comenzaron a moverse al ritmo de Havana.

•••

Tan buenas fueron las presentaciones de las Rainbooms y las Dazzlings, que al final hubo un empate.
Ambos grupos se encontraban muy felices.

Sunset y Adagio habían ido al baño un momento.

-¡lo hicimos!- ambas se abrazaron fuertemente.

-¡en verdad lo siento por haberte dicho que eres una 'niña rica'!- se disculpó Sunset -yo no tenía idea de lo que sufrías...

-tú perdóname a mí por creer que tenías una vida perfecta. Ahora entiendo que te estresas demasiado- se disculpó Adagio.

-lo bueno es que ahora nos dimos cuenta.

-lo sé. ¿Y me perdonarás?

-¡claro!- volvieron a abrazarse.

-¿chicas...?- las Rainbooms y las Dazzlings entraron al baño de mujeres.

En ese mismo momento, el suelo comenzó a temblar.
Las ahora amigas, se separaron del abrazo.

-¡terremoto!- exclamó Pinkie asustada.

Como había sucedido antes, el temblor no duró mucho tiempo.
Adagio y Sunset habían recuperado sus cuerpos.

-¡sí!- Adagio le sonrió a Sunset, ésta le devolvió la sonrisa.

-¿qué rayos pasa aquí?- preguntó Applejack confundida.

-créeme, no querrías saberlo- contestó la pelirroja.

•••

Canterlot High School celebraba la post-competencia, todos muy alegres.

Sonata comía un taco mientras observaba a la mayoría de alumnos bailar.
Sintió que el taco ya no se encontraba en sus manos, por lo que volteó y se encontró a Aria.

-¡dame mi taco!- exclamó haciendo un puchero -¡es mío!

-corrección: era tuyo- la pelimorada le dio una mordida al taco.

-¡no es justo, dámelo!

-¿galletas?- Queen Novo se acercó al par con dos galletas de la fortuna, iguales a las que les había dado a Adagio y a Sunset.

-gracias- ambas tomaron una galleta y Queen Novo se alejó con una sonrisa.

-¡no!- Skystar se lanzó hacia el par. Tomó rápidamente las dos galletas en sus manos -aquí están- sonrió.

Las Rainbooms tocaban una canción en el escenario, Adagio también estaba ahí, cantando junto a Sunset y a Twilight, mientras que las demás tocaban sus instrumentos correspondientes.
La pelinaranja cruzaba miradas con su nuevo novio, quien estaba entre todos los alumnos.

Ambas se encontraban aliviadas de haber recuperado sus cuerpos.
Pero esa rara experiencia tenía que pasar, o sino nunca se hubiesen dado cuenta de lo que le sucedía a la otra. Y jamás se hubiesen vuelto amigas.

Nadie más sabría de lo que había sucedido entre Sunset y Adagio.

Para los demás, ese había sido un viernes común y corriente.

Pero para ellas, ese había sido

Un viernes de locos.

Un Viernes De Locos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora