Enamórate De Mí

Capítulo 4

  Siento cómo mi corazón empieza a acelerarse, se ve tan indescriptiblemente hermosa. 

No entiendo muy bien el concepto de su disfraz, pero el de Sam sí, ella lleva un vestido que parece la versión remasterizada de Ariel, Sam es sin duda, muy linda, pero Victoria, ella me arrebata el aire cada que la veo pasar. Entiendo que Sam vino de Ariel, e intento asimilar que Victoria vino de Bella, ya que su vestido es color amarillo y su peinado es muy parecido al de la princesa, además, ambas llevan puestas unas tiaras. 

El nombre de la princesa que eligió no la podría haber descrito mejor: Bella. 

Sam está hablando con unas chicas y Victoria se oculta atrás de ella, así que su amiga la presenta y ella les sonríe con amabilidad.

Dios, esa sonrisa.  

Las dos chicas que acaban de presentarle a Victoria se van, y Sam empieza a bailar, intentando que su amiga la siga, pero yo sé (por mi dedicado stalkeo) que Victoria detesta bailar. Veo que platican de algo, pero no escucho de qué. Al final, Sam se rinde y ambas buscan una mesa para instalarse. 

Yo lograré que bailes, Victoria. Yo lograré todo lo que no le has permitido lograr a nadie más.

La sigo por el resto de la fiesta, entre miradas casuales y de reflejo, nunca la pierdo de mi periferia, aunque ella no ha notado mi miserable existencia.  Estoy esperando el momento en el que reciba mi carta, quiero ver su reacción, sé que es una tortura autoimpuesta, pero no puedo evitarlo, necesito estar presente en el momento en que ella se entere de todo lo que he sentido por ella durante este año.

Después de una hora siguiéndola con la mirada de manera discreta, veo cómo un chico disfrazado de vampiro, se le acerca y le da un sobre que reconozco enseguida.

Un escalofrío recorre mi cuerpo y mi pulso se dispara. Ella le sonríe y puedo leer en sus labios cómo le articula un gracias. El chico le sonríe de vuelta y se va. 

Ella arruga sus cejas y hace lo posible por abrir el sobre sin necesidad de romperlo. Sam le da un codazo mientras se ríe y ella le voltea los ojos, aunque tiene un aire de diversión en ellos.  Al final, Victoria se rinde y rasga una esquina del sobre, aunque en realidad, no se rompió mucho.

Veo cómo saca la hoja y empieza a desdoblarla.

Una palmada dura en mi espalda me saca de mi trance.

-¿En dónde has estado? los chicos están organizando unas competencias de videojuegos en la sala de cómputo.

Hago una mueca y miro a Logan con enojo.

-¿Quieres dejar de hacer eso? vas a quebrarme la columna.

-No seas llorón.- Me jala del brazo.- Vamos.

Me suelto de su agarre, doy un vistazo rápido hacia Victoria y Sam y veo que platican. Vuelvo a ver a Logan.

-¿Quiénes van?

-No lo sé, creo que unos chicos de tercero, quién sabe, hombre, hoy todos somos amigos. Vamos.

Delilah aparece de la nada y se dirige a nosotros, tapándome la  vista hacia Victoria, viro los ojos.

-Hey, ¿a dónde van? 

-Vamos a jugar videojuegos con unos chicos de tercero.- Logan se empieza a exasperar.- ¿Van a venir o no? Empieza a marcharse y Delilah lo sigue, así que hago lo mismo, pero antes, me detengo; volteo a ver hacia Victoria y Sam pero es demasiado tarde, ahora están platicando con las dos chicas de hace rato. En estos momentos tengo ganas de ahorcar a Logan; si se hubiera tardado un minuto más en venir a molestarme, hubiera podido ver la reacción de la chica de la cual he estado enamorado, al enterarse de quién soy y lo que siento por ella.