-1.Stiles

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Primer día de clase en Beacon Hills. No se como sentirme.

La única sensación que puedo interpretar ahora es miedo. ¿Qué tal si a nadie le caigo bien? ¿Y si me tropiezo cuando estoy entrando a la clase y se ríen de mi?. Por dios. Trágame tierra.

Al entrar, nadie me prestó atención y recibí un regaño de parte del profesor de economía ya que llegaba tarde. No es tan malo como pensé, ninguno me miraba raro pensando "es la chica nueva" o algo de eso.
Luego de un rato escuchando al entrenador, que ahora se que le dicen así, comencé a observar a mis compañeros.

Había un chico pálido y lleno de lunares que lo único que hacia era marcar un libro con tres colores de fibrones. Me daba un poco de gracia ver la desesperación en su cara pero al mismo tiempo, me quede fascinada con la belleza de su rostro.

—¿Se te perdió algo?—dijo dicho chico aún con un fibrón en su boca. Por mi parte, mi cara se tiño de rojo, me había pillado mirándome.

—Si digo no, solo..¿Por qué usas tantos fibrones?—pregunté tratando de evitar el hecho de que lo observaba como una loca.

—Oh, el verde es para lo que entiendo, el amarillo para lo que trato de entender y el rojo es para lo que no tengo idea—yo solté una pequeña risa ya que sus hojas estaban solo marcadas de rojo y un poco de amarillo.

—Stilinski—dijo el profesor haciendo que el chico de lunares se asuste.—es economía, no una clase para colorear—rió este, por lo que el joven frente a mi solo cerro los libros y guardo los fibrones.

—Me iré—habló bajo solo para que yo lo escuche.—¿Quieres acompañarme? Visitaré a un amigo que terminó con su chica y esta deprimido.

Pobre. Lo entiendo.

—Claro, vamos.—me levante y salí de allí lo más rápido que pude ya que el entrenador estaba distraído. Seguida del chico, comenzamos a caminar hacia la salida.—Soy Madison.—me presente.

—Stiles—sonrió el.—¿Cuando llegaste a Beacon Hills? ¿Te pareció un lugar extraño?—alzó ambas cejas esperando una respuesta por mi parte.

—Llegue hace dos días y si, es un lugar horripilante..sin ofender—el solo negó con la cabeza y rió.

—Tranquila, es verdaderamente horripilante.—un mensaje llego a su teléfono el cual el miró expectante por unos segundos para luego palidecer por completo.—Oye... quédate aquí ¿si? Ya vuelvo.

Luego de eso, salió corriendo.

Dos horas. Hace dos benditas horas estoy esperando aquí y aún no ha vuelto. Si no hubiera perdido mi dignidad antes, ahora estaría absolutamente avergonzada.
Comencé a caminar hacia la salida, además de saltearme todas las clases para nada, llegaré tarde a mi casa. Excelente, Madison.

—¡Madi!—escuche a alguien detrás mio. Era Stiles.—Siento.. siento tardar, es una larga historia y creo que te irías de nuevo apenas empiece a contarte así que prefiero guardar silencio. Lo único razonable que puedo decirte es que estuve encerrado en los vestuarios mucho tiempo—el solo hablaba rápido y a mi no me interesaba en lo más mínimo, solo me bastaba con que diga "estaba ocupado" o "no quise dejarte dos horas aquí esperándome, lo siento"

—Stiles, hey, no importa—Pase una mano por su brazo.—Solo estabas ocupado. Solo importa que estes bien—Sea cual sea el motivo, el chico se veía realmente mal. Estaba un poco pálido y parecía asustado. El me miró y sonrió. Deposite un beso en su mejilla—debo irme ya.

Pero el me detuvo, fuimos a su casa y comenzamos a ver películas, Star Wars para ser exacta.
Cuando terminaron, charlamos un poco más para conocernos. La noche estaba cayendo y su padre había llegado.

—¿Eres su novia?—me preguntó totalmente sorprendido, su cara me dio gracia y el pálido chico a mi lado comenzó a enfadarse.

Cuando nego, el padre dijo que era muy linda para ser su novia, le agradecí y estuvimos jugando videojuegos.

Y antes de irme, lo mire por ultima vez sonriendo. Sería divertido estar todos los días con el.

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Imaginas - Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora