"Cariño, no soy de roca."

"Peleas y siestas."

-¿Este buzo de quién es?- Dijo tomándolo de mi ropero.

-De Tobias. -Respondí concreta y sinceramente.- Cuando vino a casa me ayudo a ir al supermercado y tenía frío entonces me lo dió y me olvidé de devorvérselo.

-¿Desde cuando él te presta su ropa?- Lo dejó en mi cama.

-Desde nunca, fue solo una vez.- No podía creer que se estuviera enojando por eso.

-Miru -Agarró su celular que estaba en mi cama- Yo no sé que pasa entre ustedes dos pero si hay algo quiero saberlo sí?

-Enzo, no puedo creer lo que me estas diciendo.

-Yo tampoco, hace tiempo los veo muy juntos y pasamos poco tiempo nosotros. -Abrió la puerta de la habitación.- ¿Me abrís abajo?

-Dale Enzo, debe ser una broma esto, te aseguro que no pasa nada.-Me acerqué a él.

-¿Me abrís abajo?- Insistió.

Empezamos a bajar y estábamos enfrente de la puerta.

-¿Podemos hablar? O preferis quedar como que hablaste último vos?

-Ahora no estoy en un momento para hablar.

-¿Y cuándo va a ser el momento?- Hice que me mirara a los ojos.

-Dale Miranda, no la hagas más complicada. Por favor te pido.

-¿Yo la estoy complicando? Cuando solamente te estoy diciendo que no pasa nada y quiero hablar con vos.

-Dale Miranda, me tengo que ir.

Abrí la puerta pero antes de que se vaya le hablé por última vez.

-Enzo, por favor pensá en lo que estas diciendo, Tobias es mi mejor amigo. No pasa nada, yo estoy con vos porque me gustas y te amo.

Sólo me escuchó y sin mirarme se fue en su auto.

Cerré la puerta, subí a mi pieza, no quería llorar pero no lo pude evitar, lentamente sentía como me bajaban las lágrimas.

Al parecer me había dormido, porque desperté con el sonido de una alarma que ni sabía que había puesto.

Cuando la apagué ví dos cosas:
1- La hora, que eran las 18:10hs y
2- Que tenía mensajes y eran de Tobias.

*Chat de Tobias*
Holaaa, cómo estas pequeña?
Al final me vuelvo antes, mañana.

Holaa! Que bueno, cuándo?

Llego hoy a las 19hs

¿Te puedo venir que vengas un ratito?
Si podes...

Sisi, ¿pasó algo?

Te cuento cuando llegues, graciiias ❣

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Me arreglé un poco, sólo me peiné y me lavé la cara.

Preparé algo para comer porque yo tenía hambre y pensé que Tobias también.

Narra Tobias:
Me pareció muy raro ese mensaje de Miru, así que no le podía negar ir, me preocupa lo que le pase.

Llegué a mi casa, me bañé, cambié y preparé lo más rápido posible.

-Má me llevo el auto!- Le grité, ya que ella estaba en la cocina.

-¿A dónde vas? Recién llegamos.

-Miru me mando un mensaje y creo que algo pasa.

-Bueno, llevate las llaves por si volves tarde.

Las agarré, subí al auto y empecé a manejar para la casa de Miranda.

Cuando llegué, tan solo estacioné el auto y ví que Miru ya me estaba abriendo la puerta, bajé y a medida que más me acercaba, peor la veía.

Sólo dos pasos para saludarla y ella me abrazó y empezó a llorar. Le devolví el abrazo con todas mis fuerzas posible y le besé la cabeza, diciéndole que todo estaba bien, sin saber lo que sucedía.

Se separó de mí y me dijo que pase, cerró la puerta y me senté en el sillón junto a ella.

-Invité a Enzo para que se quedara conmigo un ratito, porque viste que estaba sola? -Decía mientras se limpiaba los ojos- Bueno se quedo a comer y fuimos para arriba, yo fui al baño y me empezó a llamar, bueno yo voy -Estaba empezando a tener la voz entrecortada.

-Miru, para para, respira, tranquila -Hice que se tranquilizara un poco para que siga hablándome.- Ahora sí seguí.- Asintió.

-Bueno, voy y estaba con tu buzo en sus manos -Abrí los ojos soprendido- Y me pregunta por qué lo tenía y le respondo que me lo diste porque tenía frío. Él sólo dijo que nos sentía muy juntos y que después íbamos a hablar, pero se fue enojado y no quizo prestarme atención. -Empezó a llorar de nuevo.

-Vení -La acerqué a mí para abrazarla.- Si él no te quizo escuchar no fue tú culpa, fue la de él, vos le diste la oportunidad, pero él no la aceptó.

-Si pero yo también no tuve que haberte dejado que me des el buzo.

-Miru, no es tu culpa, si vos estas enamorada de él y lo sabe no tendría porque preocuparse de que tengas mi ropa, aparte paso solo una vez.

Se acomodó en mi pecho y podía sentir como su respiración se estabilizaba, se sentía tan bien eso. Saber que ella se encuentra bien contigo es algo maravilloso.

-A veces no sé que hice para tenerte.-Escuché que dijo por última vez.

Y sin darme cuenta se durmió en mi pecho. Después de 10 minutos yo también me dormí.

(Foto en multimedia 📸)