✿~Capítulo 0

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—Ésta fiesta es aburrida— murmuró en voz baja el pequeño niño de brazos cruzados mientras observaba como sus padres y las demás personas mayores conversaban entre ellos.

¿Para qué lo habían traído si lo iban a dejar sentado solo en la gran mesa?

Sus padres solían asistir al menos unas cuatro veces al año a fiestas de galas y eventos de caridad. Al castaño no le gustaba acompañarlos debido a que, todo el tiempo solían dejarlo solo en la mesa junto a su hermano mayor. No se aburriría si su hermano al menos le hiciera compañía, pero éste siempre terminaba encontrando chicos de su edad y lo dejaba solo para ir a hablar con ellos. Tampoco podía negarse a ir, sus padres se rehusaban a dejarlo solo o contratar una niñera, así que todo el tiempo tenía que conformarse con observar el ambiente a su alrededor.

Él no contaba con que esa noche sería diferente.

—Te aburres aquí, ¿cierto? — Al escuchar aquella voz desconocida, el castaño se giró en dirección a ésta.

Justo frente a él se encontraba un niño un poco más pequeño que él. Vestía un bonito traje blanco acompañado de unos zapatos del mismo color; su pelo era negro y caía liso sobre su frente casi a la altura de sus ojos. Sus labios eran finos y rosados, sus mejillas abultadas teñidas de un leve color carmín lo hacían lucir como el niño más adorable de toda la fiesta. Pero lo que más llamó la atención del castañito fueron sus oscuros orbes. Eran de un color negro tan atrayente que era imposible no perderse en su mirada. Aquellos grandes ojos poseían una inocencia que el chico jamás creyó ver.

Al darse cuenta de que se había quedado demasiado tiempo observándolo, y que el pequeño niño de mejillas regordetas lo miraba expectante, aclaró su garganta dispuesto a responder.

—Sí, mis padres me han dejado solo aquí y se han ido a hablar por allá— señaló una esquina en donde se encontraban varias personas charlando animosamente. —Como siempre...— añadió en voz baja.

—Oh, mis papás también están por allá— murmuró entre risitas señalando el mismo lugar que el castaño. — y también me suelen dejar solo siempre. — murmuró con una sonrisa cómplice. — ¿Sabes? conozco un lugar aquí en donde podemos jugar sin que nos regañen, ¿quieres venir?

El contrario lo pensó un momento. Con sus labios abultados y sus brazos cruzados sobre su pecho, miró en dirección a sus padres y luego a su acompañante frente a él. Ellos no se molestarían porque él jugara un rato ¿cierto?

—Está bien, vamos — respondió con una sonrisa.

El azabache alzó sus puñitos al cielo en señal de victoria. Tomó la mano del castaño y con una enorme sonrisa dibujada en sus labios lo condujo entre corridas y risas inocentes hacía el jardín. Ambos niños parecían haber cometido una travesura.

Se detuvieron frente a unos columpios, en donde ambos compartieron sonrisas cómplices y corrieron para poder subir en uno. El castañito al ser más alto que el pelinegro, terminó empujando de éste. Cuando se aburrieron de aquel juego decidieron ir hacía los toboganes, luego al sube y baja, y así estuvieron un rato probando cada juego que había en el jardín. Entre risas y jadeos ambos terminaron sentados bajo un enorme árbol, tanto jugar los había agotado.

—Gracias por sacarme de ahí, esto ha sido divertido— sonrió verdaderamente feliz, nunca antes se había divertido tanto.

—No hay de que, ¿quieres ir a pedir un deseo en la fuente? — el castaño asintió y ambos se pusieron de pie.

Al estar frente a ésta, el castañito observó asombrado la enorme fuente frente a él.

—Toma, vamos a pedir un deseo— comentó el menor de ambos, tendiéndole una moneda al chico.

Ambos niños cerraron sus ojos un momento y arrojaron la moneda hacia la fuente. Un minuto después abrieron sus ojos y se observaron con una sonrisa, ¿Qué habrían deseado?

—Por cierto, mi nombre es Han Jisung, ¿cuál es el tuyo? — cuestionó el pelinegro mirándolo con curiosidad.

—Yo soy Lee...— sin embargo, no pudo terminar de presentarse. La voz de otro niño los había interrumpido a ambos.

—¡Honnie! Aquí estás, llevo rato buscándote. Mamá y papá me pidieron que viniera por ti, es hora de irnos— informó el recién llegado dirigiéndose al castaño.

—Oh... De acuerdo...— murmuró con un deje de tristeza, él quería pasar más tiempo con su nuevo amiguito. —Lo siento, ya debo irme. Fue divertido jugar contigo. Adiós Jisung — se despidió mientras tomaba la mano de su hermano y le dirigía una última mirada a Jisung antes de echarse a correr.

Fue entonces cuando el pelinegro cayó en cuenta de algo.

—¡Hey, no me has dicho tu nombre! — gritó al chico, pero era tarde, él ya se había ido.

El azabache suspiró rendido y se dejó caer al suelo. Él realmente deseaba saber el nombre de aquel niño.

De pronto, a su mente llegó el apodo que había utilizado el hermano de aquel chico para llamarlo. Jisung sonrió un poco satisfecho, tal vez no supiera su nombre y se lamentaría el resto de su vida por no saberlo. Pero sin duda alguna jamás olvidaría aquel apodo.

Si tan solo Jisung supiera que años más tardes el dueño de aquel apodo sería el mismo chico del parque las cosas serían totalmente diferentes.

O tal vez no. 

🌷

Y oficialmente inicia éste nuevo proyecto <3  Sería lindo si fueran comentando que tal les está pareciendo la historia. Si veo que esto ha sido bien recibido entonces subiré el cap 1 el lunes.

Chaito<3

MinMin🐔💜

Detrás de su sonrisa ↬Minsung↫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora