Infinitamente infinito

Principios

Parecía imposible, pero estoy a un paso de conseguirlo. Estoy feliz pase lo que pase, estas semanas de casting han sido maravillosas. He conocido a gente que ya se han convertido en amigos. Y bueno, he sentido cosas que estaban muy perdidas dentro de mí.

No hay nada mejor como una buena ducha fría después de haber dormido solo 5 horas para afrontar el primero de los últimos tres días de casting. ¡TRES DIAS! La noche de ayer fue larga pero tranquila, no podíamos olvidarnos de lo que nos esperaba a partir de hoy. Estábamos en el hotel y un grupito decidimos salir a tomar algo a alguna terraza tranquila alejada de las Ramblas. Cuando llegué, tarde como de costumbre, ya estaban allí Cepeda, Ricky, Roi, Aitana y Miriam. Antes de ni siquiera saludarnos le pedí con ganas una jarra bien fría de cerveza al camarero, no me preguntéis por qué pero sentía que lo necesitaba con ansias. Pero me había dado cuenta de un pequeño detalle que para mí no era nada insignificante, faltaba Ana. La última vez que nos vimos pasó algo que me desconcertó un poco y tenía curiosidad por saber cómo sería verla de nuevo. Después de saludarlos a todos efusivamente, aunque realmente solo llevábamos un par de días sin vernos, quise investigar un poco si faltaba alguien por llegar o alguien se habría rajado en el último momento.

-Oye y qué, ¿pedimos unas tapas o falta alguien? – Fue la mejor forma que encontré para averiguar si ella vendría o no.

-Falta Ana, debería estar aquí ya – Roi era el que nos tenía controlados siempre porque entre él y Ricky organizaban todas nuestras quedadas.

-No falta no... acaba de bajarse de ese taxi tan espectacular como siempre- Dijo Ricky con su voz característica.

Y todos miramos hacia la misma dirección que Ricky. Y si, en efecto, era ella. La verdad es que era preciosa, eso no se podía negar.

-Hola chicos! Siento el retraso pero he tenido algún problema con el vuelo y bueno, he aterrizado hace poco. – La cara de Ana era de pocos amigos en ese momento y parecía algo agobiada, pero no le dimos ninguna importancia. Bueno, yo un poco, pero no podía hacer nada en ese momento.

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Conocí a Ana en la segunda fase del casting. Al principio hablábamos lo normal, ni mucho ni poco, simplemente comentábamos algunas cosas pero casi siempre relativas al casting. La veía una tía segura de sí misma y desprendía felicidad por cada poro de su piel. De esas personas que pueden producirte una sutil sonrisa solo con mirarla.

Ella se llevaba muy bien con Cepeda y Roi, parecía que se conociesen de toda la vida. Una noche iban a tomar algo y yo estaba con Ricky fuera fumando cuando los vimos. Nos preguntaron si queríamos unirnos y sin dudarlo fuimos con ellos. Tapeamos un poco, nos contamos cosas típicas de nuestras vidas y terminamos en una bolera riéndonos sin parar. Sin duda fue una noche genial y eso hizo que nos uniéramos mucho. Todos me caían genial, pero en Ana vi algo diferente, como un brillo especial que me hacía tener ganas de saber mucho sobre ella. No era atracción, osea, era indudablemente guapa y atractiva, pero no era eso lo que me hacía mirarla. Era un interés fuera de lo común, aunque en realidad no sabía muy bien por qué, era la segunda vez que hablábamos fuera de los casting. Pero oye, a veces sientes una conexión especial con alguien, al menos de tu parte, porque claro yo no tenía ni idea de qué podía pensar ella de mí. Tal vez notaba que nos caíamos bien pero por su parte había un poco menos de interés a la hora de interactuar aunque no le daba ninguna importancia, al fin y al cabo acabamos de conocernos.

Cuando estábamos en la bolera sucedió algo que ojalá no hubiese sucedido. Estábamos tranquilos en nuestra mesa, era el turno de Cepeda y mientras los demás charlábamos y reíamos. De repente vi como una chica rubia se acercaba a nosotros con cara de pocos amigos y sin pensárselo dos veces ¡¡me tiró un vaso de agua encima!! Yo no me lo podía creer y no entendí muy bien que había pasado. Todos se quedaron con los ojos abiertos sin pestañear.