Canciones que hablan de ti

veinte

El resto de la banda llegó un par de horas más tarde, luego de haber cancelado el concierto que estaba programado para aquella noche en Múnich, y tras dejar en la incógnita los que correspondían a las jornadas siguientes. A ellos se les unieron gran parte del equipo que formaba parte de la gira, y la sala velatoria se vio de pronto tan concurrida que, entre saludos airosos y condolencias no del todo sentidas, Delilah comenzó a sentir que su papel allí se había dado por concluido. Saludó a Miles de manera tímida, y acordaron que, cuando todo aquel vendaval hubiese cesado, hablarían sobre lo acontecido entre los dos, y tal vez ella lo acompañaría en parte del resto de la gira.

Regresó a Londres en tren y se quedó en casa de su padre, donde el jolgorio producido por el inocente Kai la animó un poco. Esa noche, antes de dormir, buscó noticias más recientes sobre el deceso de la madre de Miles, puesto que sentía vergüenza de parecer insistente al pretender hablar con él otra vez. El título que le llamó particularmente la atención rezaba:

El profundo dolor de Miles Trenowyth.

Tal vez, como muchos de nosotros, el cantante de la popular banda The Peter Pan's Shadow, haya pecado de inocente al creer que la juventud y la muerte jamás van acompañadas hasta que este domingo su madre, Pearl Isaac (59), desistiera en una lucha contra el Alzheimer que su popular hijo se esforzó por ocultar. Una fuente cercana al músico ha revelado que el deceso se produjo mientras la mujer permanecía sola en el pequeño hogar de Reading donde Miles transcurrió su infancia y su adolescencia.

Si bien aquel palabrerío sensacionalista no lograba mayor provecho que el de ahondar en la reciente herida de Miles, Delilah no pudo evitar detenerse a observar el mismo detalle que la nota destacaba: Miles jamás había mencionado que su madre estuviese enferma. Había tenido cientos de oportunidades para contárselo, además de un nivel de confianza que le permitiría hacerlo con comodidad, pero sin embargo había escogido guardarse todo el dolor para sí mismo. Delilah se compadeció de él incluso más de lo que ya lo hacía, al tiempo en que se preguntaba cuantas cosas de Miles Trenowyth pasaba por alto.

Uno o dos párrafos más abajo, otro detalle en particular le llamó la atención.

¿Podría el padre de Miles haber concurrido al íntimo velatorio donde sólo unas cincuenta personas rindieron homenaje a la difunta? En 2013, tras un espectáculo en Glasgow, el padre de la estrella demostró intenciones de contactarse con su hijo, a quien no ha visto desde su infancia. Y el adolescente, dejó en claro que no quería tener ninguna clase de encuentro con el hombre que le dio la vida.

Entonces Delilah googleó Miles Trenowyth padre, y bajo el nombre de William Trenowyth, aparecieron las noticias de tres años de antigüedad que relataban aquel evento. Hasta donde llegó a entender, Miles había respondido a los cuestionamientos sobre la aparición de su padre argumentando que en realidad su progenitor nunca se había puesto en contacto con él, y que si bien agradecía por ello, no estaba dispuesto a hablar del asunto de manera pública.

Delilah regresó entonces a la nota que estaba leyendo con anterioridad, aunque estuvo a punto de abandonarla porque de allí en adelante el periodista que la había escrito se había dedicado en profundizar teorías infundadas sobre la relación de Miles con su progenitor y su madre. Hasta que finalmente alcanzó la información que era de su interés.

Pearl Isaac fue enterrada durante las horas de la tarde de este domingo, en una ceremonia algo más pública que el velorio, al que la prensa ha tenido acceso.

A Miles se lo ha visto muy bien acompañado por Michelle, con quien continúa manteniendo una feliz relación a pesar de los rumores surgidos en el pasado septiembre que señalaban una potencial infidelidad del músico con una joven llamada Delilah Jennings...

Delilah dejó el párrafo a medio leer; no se sentía dispuesta a ir más allá. Y al toparse con su propio nombre, temió que una vez más una horda de fanáticas la atosigaran, o que algún fotógrafo atento hubiera estado aguardando a la salida del velatorio, pero se tranquilizó pensando en que la versión de los hechos que el mánager de la banda había dejado en claro la presentaba como una fanática ganadora de un meet and greet. Esperaba que esto no fuera a cambiar, pero no había nada que pudiera hacer por mantener su tan querido anonimato a salvo de absolutamente todas las miradas indiscretas que pululaban en los alrededores de la vida de Miles.

Antes de dejar a un lado el celular y permitir que la venciera el cansancio que estaba agobiándola, se dedicó a mirar las imágenes del entierro. En la mayoría de ellas, Miles aparecía junto a Michelle, tomados de la mano y vestidos de negro, con expresiones lúgubres o llevando los ojos ocultos tras oscuros lentes de sol. Si bien anteriormente había agradecido no encontrarse con Michelle, cierto resquemor le llevó a pensar que no resultaba justo que recibiera los laureles por ser una compañera ejemplar cuando había sido ella, Delilah, quien había permanecido junto a él en primer lugar.

En seguida se dijo que estaba siendo una tonta, y se negó a continuar pensando de esa manera. Después de todo, Michelle no dejaba de ser la novia de Miles. Y ella no era nada.