Lección n°1

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[PROHIBIDO LLORAR]

Cuando tenía 4 años su madre le encontro llorando en su cuarto debido a que se había caído y hecho una herida bastante fea que no había parado de sangrar, el mordía sus labios para evitar que los sollozos productos del llanto y dolor se escaparan de su boca, recordaba que había salido más temprano buscando actividades con su grupo de amigos que le permitiera desarrollar su peculiaridad cuando se cayó sobre un monton de fierros mal colocados y punzantes los cuales le generaron una herida bastante fea.

A penas divisó las primeras gotas de sangre decidió salir corriendo devuelta a su hogar, cosa que, hasta el día de hoy, se arrepiente.

No solo su madre aprovechó de que su padre no se encontraba en casa (como siempre) para castigarlo, si no que agravó su lesión a la vez que se aprovechaba de esta para recordarle algo que se quedaría grabado para siempre en su cabeza.

"Los héroes no lloran Katsuki, heridas como esta no les afectan y son insignificantes, si algo como esto te afecta probablemente no este hecho para ser un buen héroe, si sigues así probablemente consigas un capricho débil, exactamente igual a como tu lo eres."

Bakugo nunca volvió a llorar por una herida después de eso, o a pedir asistencia medica a alguien.

A los 4 años, antes de estrenar su capricho, Bakugo Katsuki aprendió que si quería ser fuerte nunca debería expresar cuando algo le hería o lastimaba.

Sin importar que.

Y es por ello también que a la misma edad de 4 años, después de estrenar su capricho, decidió enseñarle al inútil de Deku lo mismo que su madre le había enseñado.

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