VIII

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Taeyong amaba despertar sintiendo los brazos de sus esposo alrededor de su cuerpo, le fascinaba observar el rostro durmiente de Jaehyun, lo hacía ver más atractivo y le transmitía paz.

Al Omega le gustaba acurrucarse a su lado y esperar que el mayor se despertará.

Algunas veces el primero en despertar era Jaehyun y cuando eso pasaba él se tomaba su tiempo en admirar la belleza de su Omega, hundía su nariz en el hueco de su cuello y aspiraba su dulce esencia, recorría su piel con suaves caricias y observaba como Taeyong se estremecía ante su toque.

—Buenos días —dijo Taeyong mientras restregaba su rostro en el pecho de su alfa.

—Alguien está muy cariñoso desde temprano —respondió Jaehyun mientras dejaba un beso sobre su cabeza

—No quiero salir de la cama, nos podemos quedar todo el día aquí y dormir

—Créeme que dormir no es lo único que planeo hacer contigo

Jaehyun recibió un golpe juguetón por parte de Taeyong y después de estar acurrucados unos minutos más salieron de la cama rumbo a la cocina.

Hoy le tocaba al mayor hacer el desayuno por lo que Taeyong se quedó sentado viendo como su esposo se movía con agilidad en la cocina para realizar su comida.

—Podrias hacer unos panqueques también, se me antojaron con mucha mermelada de fresa

—Supongo que no puedes resistirte a las cosas dulces —menciono Jaehyun mientras sacaba los ingredientes y cumplía los caprichos de su esposo

Taeyong le dió un ligero beso en los labios una vez que la comida estaba lista y ambos se sentaron a disfrutarla.

El castaño disfrutaba observar las diferentes caras que Taeyong hacía al saborear su comida, cada expresión se le hacía más tierna que la anterior.

Después del desayuno Taeyong aprovecho para desempacar algunas cosas que tenía pendientes mientras Jaehyun revisaba unos documentos, hacía poco más de dos semanas que llevaban viviendo en su nueva casa y buscaban la forma de hacerla más acogedora.

El Omega no supo en que momento perdió un poco el equilibrio y se apoyó en la mesa más cercana que tenía, al hacerlo dejó caer un florero. Jaehyun llegó rápidamente al escuchar el sonido de algo romperse.

—¿Pasó algo? —pregunto preocupado mientras veía a Taeyong apoyado sobre la mesa

—Lo siento fue mi culpa —el castaño miró los pedazos de vidrio y negó.

—No tienes porque disculparte, yo lo limpiaré

El pelirrojo le sonrió mientras se alejaba de la mesa, no pasó desapercibido para Jaehyun el ligero tambaleó con el que camino.

Sin pensarlo más cargo al Omega en sus brazos y lo llevo a su habitación.

—Realmente estoy bien Jaehyun no tienes porqué preocuparte

—Me sentiré mejor si descansas mientras yo me encargo de lo demás, no tardaré y cuando regrese podemos ver una película

Taeyong asintió mientras se acomodaba en la cama, Jaehyun le sonrió y le dejó un casto beso en sus labios.

Después de limpiar Jaehyun se dirigió al cuarto y se sorprendió al ver parte de su ropa dispersa en la cama, Taeyong había cambiado sus ropas y ahora usaba una playera del castaño que le cubría hasta los muslos.

Le sonrió juguetonamete y le invito a acostarse a su lado.

—A que se debe que uses mi ropa Tae

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