prólogo

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DISCLAIMER: Los personajes no son de mi propiedad, le pertenecen a Alex Hirsch © Sus respectivos créditos a él... Y a su equipo de animación y equipo de doblaje de voz chingones.

PERSONAJES: William Cipher/Will Cipher; Mabel Pines/Estrella fugaz. [Kill Cipher/Phill Cipher; Bill Cipher/Billie Cipher.]

I

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"Y él comienzo de su miseria allí empezó, siendo testigos el oscuro cielo y las pocas estrellas que iluminan su camino. "

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En esa fría noche; todos los mounstruos, súcubos, criaturas amorfonas y pesadillas jamás vistas por cualquier ojo humano, comenzaban a alejarse de lo más profundo y recóndito bosque, cuyo propósito era despedir a otro Cipher caído, cosa que había concluido y llegado a su fin. Había pasado un año desde que el mayor también hubiese fallecido, rendido por los continuos ataques a su corazón y perdiendo mitad de su conocimiento; pronto, él mismo había perdido su identidad.

- - No puedo creer que el amo haya caído, pensé que sería imposible de ver —murmuró uno, sin una pizca de emoción.

- - Yo pensaba que estaría muerto cuando sucediera —continuó otro, de igual manera, susurrando.

- - Miren el lado bueno, ya no habrá castigo, ni retención —se unió otro, sonriendo maliciosamente.

- - Aún queda un Cipher, no creo que...

- - ¡Jaj! —se burló el segundo, cortando a su compañero—. ¿ustedes creen que ese, payaso bebé llorón, sería un estorbo?

Nadie dijo nada, nadie podía decir nada, esa pesadilla tenía un punto, no estaba en sus planes derrocar al último Cipher, pero la codicia aún seguía ahí, simplemente no podían.

- - Sea o no sea débil, es un Cipher —intervino el primero, aclarando su punto—. si se enterará de esta conversación, seguro y nos manda a matar, está en su sangre, después de todo.

- - Solo que aún no despierta esa necesidad —acotó otro, detrás de todos ellos—. y si llegara a despertar ese poder de sangre, la suya correría primero.

El pequeño grupo sudo frío, pues el que hablo detrás de ellos, era nada más que Kryptos, secuaz leal del soberano de la dimensión de las pesadillas, ahora fallecido.

- - Aunque el amo ya no esté aquí —comenzó fríamente, cruzando sus brazos—. su hermano estará a cargo, no intenten nada o se las verán con las pesadillas más poderosas.

- - K-Kryptos, ¡No serías capaz de hacernos esto! ¡Podemos pensarlo bien! —intentó razonar el tercero.

- - No hay nada que pensar, él ya lo había decidido así, así quedará por milenios, será mejor que no sepa nada de ustedes, escorias, respeten el funeral del amo —dijo, terminando con la conversación y yéndose hacia al frente.

Por otro lado, un demonio con cabellos azules oscuro, se encontraba viendo la cripta de su hermano una y otra vez, con la mirada perdida y la pupila afilada, sin poder creérselo aún, ¿Como...? ¿Porqué...? Era lo que se repetía en su mente varias veces. Su único ojo visible azul zafiro, estaba bañado de lágrimas.

- - ¿¡PORQUE!? ¿¡QUÉ TE HICE YO PARA QUE ME HICIERAS ESTO!? —gritó, derramando lágrimas a cada segundo, no le importaba si lo veían o no—. ¿Porque me dejaste solo?... ¿Porque me dejaron? Phill... Billy... ¿No éramos hermanos?

- - Amo Will —llamó Pyronica, no muy convencida de hablar en esos momentos—. Ya es hora de irnos... Los demás lo están esperando.

- - Adelantense... —susurró el menor, apretando los puños—. yo los alcanzaré luego...

- - ¿Esta seguro, amo? Hay muchas pesadillas y monstruos por aquí, podría costarle la vid-... —fue cortada abruptamente.

- - ¡Dije que ire en unos segundos!... —ordenó él—. solo quiero un momento...

Pyronica asintió despacio y camino hacia sus amigos, perdiéndose entre los árboles y la neblina que azotaba esos lugares. El demonio alzó su vista al cielo; Londres era un lugar perfecto para despedir a un ser querido, aunque a nadie parecía dolerle la perdida de su hermano, él si lo sentía, ese ardor. Miró nuevamente la lápida, y sonrió lentamente, dejando escapar más lágrimas.

- - ¡Vaya vaya vaya! Es una lástima que alguien que prometía fortuna y un futuro ya hecha, haya fallecido de una manera tan tormentosa -se río, ocultando su mirada bajo su sombrero—. es hora de pagar tus deudas, Cipher.

- - ¿Qué tus padres no te enseñaron a comportarte en un funeral, Strange? —murmuró el de ojos zafiro, con una expresión de fastidio.

- - Sabes que no tengo padres, imbécil —escupió él—. no vengo para tus jueguitos, Will —el de cabellos púrpura frunció el ceño—. no vine por tu estúpida dimensión sin sentido tampoco, pero eres el heredero legítimo de la fortuna de tus hermanos, tienes que darme lo que tus hermanos me deben.

- - Ese contrato fue quemado hace años por Bill, Tad, supéralo...

- - Una última advertencia, Will, o me pagas, o tú y tu Mafia quedan en la quiebra, tu eliges —advirtió, retrocediendo en el lugar—. a no ser que quieras terminar suicidandote, como tú patético hermano.

- - ¡Bill tuvo sus motivos personales! —defendió él—. no es algo que este en tu jurisdicción para juzgar a una persona o demonio...

- - Por supuesto que no, Cipher, por supuesto que no —dijo sarcásticamente, acomodándose el corbatín de su esmoquin.

- - ¿Ahora que harás? ¿Me vas a demandar? —preguntó Will a sus espaldas—. sabes que así no funciona aquí...

- - No —aceptó el demonio—. pero no sabes de lo que soy capaz, un consejo Will, cuida tus espaldas.

El peliazul vio como Tad se alejaba del lugar, perdiéndose en su campo de visión. Al principio trato de ser amable con él, pero el tipo simplemente no se rendía con lo que quería, y con eso había perdido la poca paciencia que tenía con él, y se sorprendía a si mismo que tuviera un punto de poca paciencia con alguna persona.

- - Hermano Bill... —miró la lápida y al costado de esta—. Hermano Kill... Les prometo que yo aseguraré la Mafia y la dimensión que me dejaron a cargo... Ya que...

»Todo es mi culpa... No debí dejarlos...«

-',❀; fallecidos » w. cipher ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora