•Ninjas mexicanos 1 •

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— ¡Boruto Uzumaki López Ramirez, ven y limpia este pinche cochinero que tienes en el baño! —Se oyeron los gritos de la madresita del mensionado hasta al tercer vecino— ¡¿Cuántas veces te he dicho que le bajes a la palanca cuándo vayas a cagar?!

La mujer de cabello azulado y corto se acercó al niño puberto pre-adolescente y le jaló una oreja.

— Te voy a hacer que limpies este desmadre con la boca.

— ¡Ay, amá! Andas bien salvaje ¿Qué te pasa?

¡Si me hubieras dicho que era, aquel nuestro último beso!”

Se escuchó cómo Naruto cantaba mientras cocinaba unos huevitos rancheros.

— ¡Papiiiiii! —Chilló Himawari alegre al verlo en casa, ya que casi nunca estaba en ella. Corrió hacía él y lo abrazó por las piernas— ¿Harás el desayuno?

Su mirada llena de brillo hizo que su padre sonriera enternecido.

— Pues claro que sí, mija. A ver ¿Quieres salsa o así solos?

— Sin salsa.

Familia Uchiha Sanchéz.

— ¡Mujer, estos tomates están mas aguados que mis nalgas!

— Es lo que hay, aquí no es restaurante para exigir calidad si no te gusta andate mucho a la ch*ngada.

La mujer de cabello rosa pasó por un lado de su marido y miró de reojo su trasero.

— Cariño, ni nalgas tienes.

— Y tu no tienes tetas, cariño.

En cuestión de segundos el azabache estaba con tres tomates restregados en su cara.

— ¡Ay, Sakura tu te llevas y no te aguantas!

— Pues si ya sabes cómo soy pa'que me tientas.

La niña de la familia, puberta pre-adolescente bajó de las escaleras junto a otro niño puberto pre-adolescente de cabello azul-albino.

— Buenos días, Don Sasuke —Sonrió el albino-azul mientras se sentaba en el comedor seguido por Sarada— Buenos días, Sakura.

— ¿Don Sasuke? Mira mocoso del diablo, no por que tu padre sea mi maestro y me haya cuidado un chingo de años voy a dejar que me trates cómo un viejo, soy Sasuke.

— Papá ¿y ese milagro? Con razón está nublado el cielo. A ver si no tiembla ya que por fin pones tus pies en la casa —Sarada lo miró fingiendo indiferencia haciendo que el Uchiha dejara caer sus hombros rendido— Estoy bromeando —Se levantó de la silla y fue a abrazarlo.

Mitsuki frunció el ceño miró como el cabello de Sarada se ensuciaba por el tomate que caía del rostro de Sasuke.

— Sarada tu cabello está...

— Sarada, hijita tu cabello tiene un pedazo de tomate.

Sakura miró desafiante al chico pálido y este le devuelve una sonrisa.

Familia Nara Hernandez.

Ahí estaba Temari trapeando su casa siendo ayudada por los otros dos hombres de la casa, su marido y su hijito Shikadai. Claro no podían faltar sus canciones para trapear.

— ¡Ea! —Gritó la rubia mientras movía el trasero al pasar el trapeador por el suelo, Shikadai que estaba rejuntando sus cuadernos y todas las cosas que no estaban en su lugar se estaba aguantando la risa al ver a su querida madre haciendo una ridiculez, cosa que casi nunca hacia por cierto.

— Mamá...

— Vamos Shikamaru —Dejó caer el trapeador al suelo y se acercó a su esposo mientras lo tomaba del brazo para bailar con él en medio de la sala de estar— ¡Aprovecha que ando de buenas! —Shikamaru sonrió nervioso, rodeó sus brazos por la cintura de su mujer y comenzaron a bailar al ritmo de la música de la bocina.

— Shikadai, ve a jugar maquinitas a la tienda.

— ¿Eh? Pero ahí tengo mis consolas puedo jugar en ellas.

— Ten, vete a donde quieras.

Shikamaru sacó su billetera y se la tiró hacia las manos de su hijo. Shikadai por su lado sonrió victorioso y salió de la casa chicoteado pa'la casa del Inojin.

Temari alzó su mirada y lo miró coqueta.

Shikamaru agachó su cabeza y la besó.

Inojin con Shikadai.

— Ey, wey. Creo que voy a tener un carnal dentro de poco.

— ¿Por qué lo dices?

El rubio palido lo miró confundido.

Shikadai le resumió las cosas.

— Papá y mamá bailando, mamá de buen humor, papá me dio casi seiscientos pesos para que me vaya mucho a la chingada de la casa, papás solos ¿Qué procede? Pues un hermanito o hermanita ;v

Shikadai sonrió orgulloso.

— Yo también quiero un hermano.

— Pues tu y yo somos como hermanos ¿no?

— No seas pendejo Shikadai, tu yo somos amigos con derechos.

Inojin sonrió de la misma manera que sonríe su padre

— Tu trasero amigos con derecho, pinche jotón jajaja.
























































































































































El violín borracho. :)

Boruto a la mexicana. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora