Ya no pienso en ti antes de dormir;
pero todavía te recuerdo a lo largo del día.
Ya no me quitas el sueño;
pero a veces lo acompañas.
Ya no lloro por tu causa;
ya no lloro por tu ausencia.
Si me vieras ahora, te convencerías de que te he olvidado.
Pero yo creo que mas bien te he superado.
Porque no te olvido;
aun recuerdo tu nombre tu mayor miedo,
y los lunares de tu espalda.
Es solo que... ya no dueles.