Para el amor.
Para el.
A pesar de que tengo mil razones para escribir sobre ti, hoy no lo haré.
Hoy vengo a hablar de mí. De todo aquello que te dí.
Cuando te conocí, Conocí también una parte de mí.
Me cambias te la vida, la manera en que solía vivir.
Cambiaste todo, cambiaste mi perspectiva.
Creía en ti. Creía en tus palabras, esas que tanto me enamoraban.
¡Qué bonitas se escuchaban cuando tus labios las pronunciaban!
¡Pero qué feliz solía ser yo junto a ti!
Aprendí a amar cada sentimiento de ti.
Te adentras te tanto en mi, que te llevaba como si fueras mi misma piel.
Y hasta el día de hoy admito que no te supe amar.
Quizá no fue suficiente, o quizá lo hice de más.
¡ Sabrá Dios los motivos! porque yo solo se que me hice mal.
Me comprometí tanto contigo.
De tal manera que si la muerte hubiera venido por ti;
Te habría seguido inclusive ahí.
Aunque me esperara eterno fuego;
Abría ido tras de ti.
Te hubiera dado mis respiros.
Te hubiera dado mis latidos.
Me habría despojado de este cuerpo;
Y te lo habría entregado a ti por completo.
Tómame y has de mi lo que tu quieras.
Sabías que de ti soportaría lo que fuera.
Y comenzaste a ser dañino.
Comenzaste a ser veneno, y también antídoto.
Te volviste mi cura, cuando eras tú mi enfermedad.
Te volviste mi ayuda, cuando de ti no quería yo escapar.
Era yo tu cómplice, cuando para ti solo fui una mas.
Pero no te quería dejar ir;
Me aferre a ti de una manera tan escalofriante,
Que no volví a ser la misma jamas.