Preámbulo

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Esta es mi entrada.

Al parecer no he podido hacer nada más que quedarme en el lugar del que estoy, siempre me estoy preguntando: "¿Cómo podré colaborar, o podría colaborar, como hacer para que me escuchen, si no hay voz de parte mía que exprese lo que siento?
Me indague en mis memorias, hasta que me percate lo que buscaba, ahí si pude haber dicho: "¡Nunca me espere estas cosas!", pues claro que no.
Uno nunca se entera de las cosas a tiempo, ¿será mío, es caso de ser así con mis cosas, mis pensamientos, mis sentimientos y mis anhelos?
Solo escribiré esto, una carta, aunque no sé si llamarla de esa forma. Aún sigo pensando en un nombre, tal vez sea un libro, un cuento, alguna crónica, o tal vez, una idea que no sería leída por nadie, porque no hay nadie quien se interese en mí, eso lo digo yo, lo pienso yo, y lo critico yo.
Además, no soy el único que pienso y crítico, todos lo hacemos, una realidad de la cual uno no podrá escapar, por más que uno lo intente, se dará cuenta, que las fuerzas de ese individuo no le ayudara a salir, esta es una de las razones de la existencia. La Crítica.

Uno no quiere criticar ni herir a nadie, solo dice lo que piensa, lo que opina, y a veces lo hacemos con una intención buena o mala, lo cual no se sabe si creemos a un enemigo o nos ganemos a un amigo. En mi caso, yo debo aprender amar a mis enemigos, por más falsos que sean, no les puedo desear lo peor, porque al final: Uno mismo es aquel sujeto que cobra sus propias acciones. ¡Yo no puedo hacer esto! Ya lo dije, no soy capaz de desear la muerte al otro de forma sarcástica, de pensar en lo ajeno. No puedo, no quiero, no debo.
Me arrepiento muchas veces de mis palabras, solo busco confianza, que crean en mí, que crean en mí no por maldad, como una persona maquiavelista, con bipolaridad; sino como un ejemplo. La persona maquiavelista no es ni será lo mismo que esa persona que otros querrán seguir.
Tal vez, intente de buscar alguna referencia, dejar de creer que existe nuestro egocentrismo, debo ser alguien que enseñe y deje esos ladrillos que permitan reformar nuestro destino.
Quiero, deseo y propongo una meta, ser alguien con corazón, mente y razón, para que cuando sea juez, sea para mi mismo y no a los demás. Tendré esa idea en mi mente, hasta el día que no permita tenerlo para siempre, porque todos tenemos un fin, una hora de muerte.

Antes de dar el final de continuar, les haré una aclaración, unas advertencias. En este mundo, verán a un personaje que aprenderá lo que es el dolor, la angustia, el desespero, la soledad, las criticas, las realidades; todo el abecedario de las emociones y sentimientos, las cuales podrían llegar a ser hechos que afectan al mundo, desde las observaciones de cómo se comporta y como quiere que se comporte la sociedad.

Este libro no estará ni bien ni mal escrito, eso lo decide el lector que vaya a leer esto. Solo dejaré un motivo, y quiero que tú y yo descubramos cuál es.

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⏰ Última actualización: Sep 18, 2019 ⏰

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