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La mañana aparecía y un brillante sol resplandecía en todos los rincones de la ciudad de Seúl.

Las aves cantaban una simple, pero suave melodía para todo aquel pudiese apreciar la maravillosa mañana.

En esos precisos instantes, cierta chica de cabellera rosada abrió con lentitud sus ojos y estos se toparon con el blanquizco techo de su habitación.

Si bien la mañana le parecía encantadora, ahora más lo sería para Hwang Eunbi. Pues hoy cumpliría su cuarto aniversario de novias con su amada, Jung Eunbi. Aquella chica de la cuál se ha enamorado desde su infancia.

Si bien las otras ocasiones era Jung la que le preparaba una sorpresa, por está vez Hwang decidió recompensar todo lo que su novia ha hecho por ella durante su amistad y durante su noviazgo.

Todo ya lo tenía planeado desde hace dos meses con demasiada anticipación. Ahora sólo le hacía falta apurarse en arreglarse para ir a recogerla en el aeropuerto.

Sin perder más tiempo, se fue a desayunar algo rápido, se dió una ducha, se colocó una camisa color celeste con retoque floral, un pantalón color negro junto con unas zapatillas negras en lo que secaba su cabello. Por último se puso algo de maquillaje.

Al fijarse la hora desde su celular, este indicaba que eran las 10:30 AM. Ya era hora.

Salió de aquel pequeño, pero cómodo departamento, subió a su auto Aston Martín DB9 color negro y partió al aeropuerto más grande de Seúl, mientras colocaba "Complete" de SNSD en su estereo.

Aproximadamente 15 minutos después, llegó al lugar y estacionó el auto. Antes de salir de aquel, cogió un pequeño cartel y se fue ansiosa a buscar a su amada.

Al estar entre la zona que indicaba el vuelo de Inglaterra-Corea del Sur se dispuso a desdoblar aquel cartel en el cual venía la frase en letras grandes "Bienvenida a casa, cariño. ♡" Con una pequeña firma de ella misma a lado.

Cuándo se percató de que la gente salía de una puerta, inmediatamente se acercó y comenzó a buscarla con la mirada, hasta que por fin se topó con aquel rostro tan familiar.

Sin duda alguna, ver a Jung es como si cada centímetro de su belleza le diera mil años de vida.
Lo mismo pensó Eunbi al ver a Hwang, y aún más al ver el cartel que esta tenía en las manos.

Sin miedo de que piensen los demás presentes, Hwang se acercó con una gran sonrisa y abrazó (y a la vez cargando con todo ya cartel doblado) a la más baja, recibiendola con un profundo beso en los labios. Por falta de aire, tuvieron que perder aquel contacto para respirar.

⎯⎯  Te extrañé tanto, mi vida.

⎯⎯  Yo también te extrañé, mi osita. Pero ya no pasa nada, ya estoy aquí contigo. ⎯⎯  Le respondía Eunha con una gran sonrisa.

⎯⎯  Lo sé, ya no tendré que volver a sufrir en dormir sola. ⎯⎯  SinB, por su parte, se dedicaba en rozar con mucho cariño su nariz con la de Eunha. ⎯⎯  Me cuentas todo en el auto, es hora de irnos. Hoy quiero disfrutar al máximo tu regreso y nuestro aniversario.

⎯⎯  ¡Oh, mi amor! No lo olvidaste.⎯⎯  Exclama la pelinegra mientras tomaba la mano de su contraría. ⎯⎯  Me tienes sorprendida.

⎯⎯  Me esforcé mucho en no volver a cometer casí el mismo error de olvidarlo ⎯⎯  Le corresponde el agarré y entrelaza sus manos con las de Jung mientras la ayudaba con el equipaje.

⎯⎯  Reconozco tu esfuerzo, de verdad. Y, ¿Cómo pretendes festejar este día? Si se puede saber.

⎯⎯  Es una sorpresa, así que de una vez te digo que te prepares.