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ʙʟᴜᴇ.

La Luna se hizo presente, dejando mostrar su gran brillo entre la oscura noche.

Y entre tantas luces encendidas que acompañaban para alumbrar la gran ciudad, había una en particular que, si bien no alumbraba la impecable habitación por luz eléctrica, si remarcaba por tan detallada y misteriosa iluminación con puras velas aromáticas.

Simplemente fue un detalle estupendo que se le pudo ocurrir a Hwang Eunbi para tener una luna de miel inolvidable.

Nombrada chica, ingresó a la habitación junto con Jung; pero aquí la mayor era la que tenía cubierto los ojos por un listón rojo. Cosa que a ella le pareció en tanto molesto pues no tenía la más remota idea de la sorpresa que le había preparado su recien esposa.

⎯⎯  Me voy a tropezar con algo, SinB. Ya quítame el listón. ⎯⎯  Se quejaba la peliazul con un leve puchero.

⎯⎯  Está bien, está bien. ⎯⎯  Reía la pelirosada mientras le quitaba el listón de los ojos. ⎯⎯  ¡Sorpresa!

Ante sus ojos, se encontraba todas esas velas aromáticas al rededor de una cama matrimonial. En esta, se encontraba un montón de pétalos rojos, el cual formaba un gran corazón. Jung seguía viendo detalladamente la habitación y se percató de que también había pétalos tirados por todos lados.

⎯⎯ Es hermoso... Demasiado erótico a mi parecer.

La mayor respondía con cierta picardía, mientras veía como su amada ponía una expresión de impresión.

⎯⎯  Yo creí tu reacción sería una muy linda, en dónde te pondrías como tomate. ⎯⎯  Ante aquel comentario, la pelirosada recibió un pequeño golpe en el hombro. ⎯⎯  ¿Qué? digo la verdad.

⎯⎯  Ajá. ⎯⎯  Jung rápidamente abrazo a la menor del cuello y comenzó a besarla. Sin embargo, esta fue detenida por la mano de Hwang. Sin entender por qué, le miró confundida. ⎯⎯  ¿Uh? ¿Por qué me detienes?

⎯⎯  Porque no podemos empezar sin usar esto. ⎯⎯  Separándose de la mayor, se acerca a un cajón que se ubicaba a lado de ellas y sacó de ella un traje de lencencia con estilo de conejo.

Rápidamente Eunha se señaló a sí misma, sin creer lo que estaba viendo.

⎯⎯  ¿Es en serio? ¿De conejita? ¿No se te pudo ocurrir otra cosa que no se viera cute?

⎯⎯  No, igual, siempre quise verte dentro de uno y hacer esto así. ⎯⎯  Le entrega el traje a la mayor, mientras de ese mismo cajón sacó otro traje de lencería, pero la diferencia era que este era con estilo de gato. ⎯⎯  No te preocupes, yo también voy a usar uno para no dejarte atrás y hacerte pasar vergüenza.

⎯⎯  Eres una pervertida.

⎯⎯  Pero así me amas. ⎯⎯  Respondía con una sonrisa ladeante. ⎯⎯  Ya vamos a cambiarnos, que muero por verte, mi linda conejita.

Y sin más, ambas jovenes se cambiaron de vestimenta.

La primera que terminó de vestirse fue la menor, la cuál esperaba a que la mayor saliera del baño, mientras se encontraba en la esquina de la cama jugando con la pequeña campanita que portaba el collar de su lencería.

⎯⎯  ¿Cómo me veo? Siento que este traje no va conmigo.

Inmediatamente la menor le dirigió la mirada a Jung y, tan pronto como la vio, se mordió ligeramente sus labios.